Dice el refranero español: «Quien no es agradecido, no es bien nacido». Por eso los pueblos agradecidos perpetúan en la memoria a aquellos hijos que destacaron a lo largo de su vida en una determinada actividad o profesión; bien fuera medicina, pintura, inventos, música, etc., dedicándoles calles o plazas para de esa forma tenerlos siempre presentes, como personas que de alguna manera aportaron su granito de arena en pro del buen nombre de su pueblo.

Somos bastantes los villafranqueños que esperamos ver, más pronto que tarde, ese lugar donde a través de unas simples palabras recordemos a nuestro querido y extraordinario músico que fue don Miguel Sosa Martínez.

¿Verdad que sería bonito pasear por algún rincón de nuestra Villafranca y que pudiésemos leer un rótulo de una calle, de una plaza, de un paseo... con la inscripción de «Músico Miguel Sosa Martínez»?

Porque la verdad, rotular vías públicas con nombres de políticos y que estas se conviertan en un quita y pon, dependiendo del color y de la ideología política de los gobiernos cambiantes, no deja de ser un juego sucio y una auténtica falta de respeto a los muertos.