En el 2016 mi vehículo sufrió una serie de arañazos intencionados de los cuales hubo un testigo y fueron denunciados a la policía local de mi localidad. El juicio sobre estos hechos ha ido retrasándolo en juzgado hasta el día 3, en que se ha celebrado dicho juicio para vergüenza de la justicia y desgracia mía y me explico. Una vez en el juzgado al que fui citado, se dirigió hacia mi el abogado del señor que me provoco los daños en mi vehículo para proponerme un acuerdo, me ofrecían la mitad de la cantidad que costaba pintar los daños ocasionados por su defendido, para así evitar, según él, que esto se dilatase en el tiempo y la jueza lo considerase delito...Lógicamente me negué en redondo ya que yo no aceptaría nada que no fuese que mi vehículo quedase como estaba antes de su amable agresión. Y cuál fue mi sorpresa cuando ni pasados cinco minutos nos llaman a la sala y resulta que tanto fiscal, jueza y dicho abogado deciden que el delito ha prescrito. Yo no llevaba abogado, ya que no me lo concedían de oficio al ser delito leve y yo carecer de recursos. Iluso de mí, creí que el fiscal estaba para defenderme. Ante esta iluminación del abogado en segundos me quede petrificado, en segundos había cambiado de ofrecerme un trato a coincidir plenamente con fiscal y jueza en que esto había prescrito. ¿Telepatía? ¿Iluminación celestial? ¿O simplemente por no llevar yo quien me defendiese?