Quienes en el partido conservador británico vienen pidiendo la cabeza de Theresa May por su negociación del brexit, podrían reunir esta semana las 48 firmas necesarias para presentar una moción de censura contra la primera ministra. El llamado Comité 1922, un grupo parlamentario integrado en su mayoría por diputados eurófobos, sin cargos en el Gobierno, se reúne mañana para considerar la suerte de May, invitada a la cita.

La furia es implacable entre los tories, después de la cumbre de la semana pasada en Bruselas, en la que se consideró la ampliación del periodo de transición de 21 meses, con una prórroga que podría durar incluso un año más, a fin de dar al Reino Unido más tiempo para negociar un acuerdo comercial con la Unión Europea. Esa solución es impensable para los brexiteers, quienes temen además que May este haciendo demasiadas concesiones para solventar el conflicto de la frontera en Irlanda del Norte.

Presentar la moción no bastaría a los rebeldes. La primera ministra solo necesita 159 votos para derrotar la propuesta en los Comunes y es muy posible que los consiga. No existe unanimidad sobre el sustituto de May. El enfrentamiento ha caído en los últimos días en el ataque personal.