El Barça empieza a inquietarse por las noticias que están apareciendo alrededor de la repentina y sorprendente recuperación del delantero francés Ousmane Dembélé. Por si faltaba algo, el cirujano finlandés que le operó, Sakari Orava, no para de aparecer en los medios españoles asegurando que la recuperación del millonario fichaje azulgrana va por muy buen camino y no le extrañaría, hasta a eso se atreve, a que pudiese volver en el clásico del Santiago Bernabéu, el 23 de diciembre.

Dembélé, que precisamente ayer se puso por vez primera las zapatillas, que no las botas de fútbol, y trotó ligeramentepor el foso de arena de la ciudad deportiva Joan Gamper del Barça, está cumpliendo los plazos normales en un tipo de lesión e intervención quirúrgica muy, muy, delicada.

«Nadie, absolutamente nadie, en el club y mucho menos en los servicios médicos y recuperadores del Barça, tiene previsto que Dembélé pueda jugar antes del próximo año», señala una fuente médica azulgrana. Esa misma fuente no quiso opinar sobre las optimistas declaraciones de Orava, pero todo el club tiene claro que se trata de una manera de hacerse publicidad, ya que para el médico finlandés sería todo un éxito que el joven delantero francés, de 20 años, volviese antes de los cuatro meses previstos.