En un ambiente festivo se vivió ayer la primera Ruta Violeta, organizada por la asociación Ventana Abierta, con el apoyo del Ayuntamiento de Pozoblanco, con la que se ha querido hacer un reconocimiento social a las mujeres que con su trabajo contribuyeron al desarrollo económico y cultural de Pozoblanco. La Ruta Violeta recorrió calles del pueblo en las que se celebraron varios homenajes a las mujeres que antecedieron a las actuales y les aportaron saberes y progreso. Así, la ruta partió de la cooperativa olivarera para continuar hasta la plaza del Pozo Viejo, la biblioteca municipal, el Ayuntamiento, la avenida Villanueva de Córdoba o las instalaciones de La Salchi, donde en otros tiempos se desarrolló una importante actividad laboral y cultural en la que las mujeres fueron protagonistas.

Estos escenarios sirvieron para traer a la memoria las vidas y trabajos de las aceituneras de antaño, que entre penurias y canciones recogían la aceituna; la de una mujer emprendedora que se atrevió a crear la empresa Nalo en tiempos en los que eso era algo inusual; las de las primeras maestras que se empeñaron en dar cultura a niños y niñas; las de las mujeres valientes que participaron en política; las de las tejedoras que en siglos pasados fabricaban las afamadas bayetas y paños en los innumerables telares con los que contaba la importante industria textil local y de las mujeres que limpiando tripas y elaborando embutidos trabajaron en la antigua fábrica cárnica de Industrias Pecuarias de los Pedroches, la popular Salchi.