En el anterior encuentro en El Arcángel, a Rafael le desalojaron por quejarse sacando un pañuelo dirigiéndose al palco. Uno más de los que les han retirado el carnet. Pero Rafael perseveró y ayer accedió al anfiteatro comprando su entrada. Logró mantenerse los primeros 45 minutos. En el descanso, la Policía Nacional volvió a desalojarlo. Imposible, Rafael.