La tercera reunión motero-benéfica organizada por Qasruh Moteros de Castro del Río, una asociación con más de veinte años de experiencia en quedadas y rutas moteras, se celebró ayer en la caseta municipal instalada en el parque castreño, una reunión Por la sonrisa de Adai, un pequeño para el que sus padres están recaudando fondos para una operación quirúrgica,

Y la experiencia y capacidad de estos moteros ha reunido, a pesar de las previsiones meteorológicas que auguraban tormentas, a más de 250 motoristas de Jaén, Granada, Sevilla, Córdoba capital y numerosos pueblos de los alrededores, como los limítrofes de Espejo, Nueva Carteya o Baena, que aparcaron sus máquinas de manera ordenada en la avenida principal del parque. A los llamativos moteros se les unieron numerosos castreños para colaborar con Adai.

La reunión fue una exposición de motos distintas, modernas y de colección, así como de moteros sesentones, de cincuenta años y adolescentes, todos unidos por el lema que un motorista veterano, Javier Rueda, rodeado de Manuel Fernández, Rafael Bravo y Cabrera, todos ellos organizadores de la concentración, manifestó orgulloso: «Los moteros acudimos siempre que nos llaman». Y acudieron más de 250 con la música de cada una de las décadas de los participantes, a través de un grupo de motoristas que animó la reunión, y con un poquito de cooperación autonómica. La paella de este encuentro fue guisada por un motero valenciano con agua traída de Valencia.