Varias decenas de personas se concentraron ayer ante la sede de la Consejería de Medio Ambiente en Sevilla para protestar por la reciente muerte por atropello de un lince ibérico en el entorno de Doñana y exigir a la Junta medidas efectivas de conservación de esta especie en peligro de extinción.

Los manifestantes, que portaron una pancarta con el lema "El lince se extingue y la Junta es cómplice", cortaron durante unos minutos uno de los carriles de la avenida de Manuel Siurot y colocaron sobre la calzada un lince de plástico y pieles del mismo material, como muestra simbólica de los atropellos que sufre.

Los concentrados, convocados por Ecologistas en Acción, denunciaron la "nefasta" política de conservación de la Junta y la descoordinación entre sus consejerías a la hora de "planificar medidas efectivas" para proteger a este felino, como aseguran que se ha demostrado con el asfaltado de la carretera entre Villamanrique de la Condesa (Sevilla) y El Rocío (Huelva).

Según Ecologistas en Acción, esta vía es "un carril agrícola y nunca debería haberse asfaltado" por la Junta.