La hora de la verdad ha llegado. Córdoba vivirá hoy una nueva jornada electoral, la correspondiente a las decimoterceras elecciones generales que se han celebrado en España desde la aprobación de la Constitución del 78. Llegamos al día D prácticamente con la misma incertidumbre con la que se inició la campaña y con la posibilidad de que los cordobeses influyan en el resultado nacional eligiendo a sus diez representantes (seis diputados y cuatro senadores) de entre las 12 candidaturas que se han presentado al Congreso de los Diputados y 10 al Senado por esta circunscripción.

Podrán acudir hoy a las urnas a ejercer su derecho al voto 648.788 cordobeses, de los que 630.660 residen en España y 18.128 en el extranjero. De ellos, 22.901 cordobeses se estrenarán votando por primera vez en estos comicios, que han estado precedidos de una precampaña electoral interminable y una campaña plana en lo provincial con la ausencia absoluta de líderes nacionales. Además, han solicitado votar por correo en torno a 23.400 personas. El incremento de esta modalidad de voto y el atasco registrado en numerosas oficinas de Correos llevó a la Junta Electoral Central a tomar la decisión de prolongar un día más el plazo para efectuarlo.

El censo electoral de la provincia de Córdoba ha sufrido un descenso de 2.394 electores desde la anterior convocatoria para unas generales (26 de junio del 2016), un goteo por desgracia habitual en nuestra provincia en los últimos años. Lo que se ha incrementado es el número de localidades hasta 77, con la incorporación de Fuente Carreteros y La Guijarrosa.

Los 414 colegios electorales de Córdoba mantendrán sus puertas abiertas desde las 9 de la mañana hasta las 8 de la tarde de manera ininterrumpida. Se espera que el escrutinio al 90% se dé a conocer sobre las 22.30 horas. En total, los cordobeses dispondrán de 913 mesas para depositar su voto, integradas por 2.739 miembros de mesa, que deberán llegar una hora antes de la apertura de los colegios.

La subdelegada del Gobierno en Córdoba, Rafaela Valenzuela, facilitó esta semana algunas cifras del dispositivo humano y técnico destinado a la jornada electoral. En concreto, cifró en 2.364 las urnas disponibles, 1.342 cabinas, 657.000 sobres, 13.794 manuales de instrucciones, 434 dispositivos electrónicos y 24 kits para el voto braille. Además, se dispone de 8 millones de papeletas en Córdoba y se cuenta con todos los medios necesarios para la impresión inmediata de nuevas papeletas de las distintas candidaturas. Los 434 trabajadores de la Administración que velarán por el correcto transcurso de la jornada contarán con dispositivos transmisores de datos que servirán para grabar y remitir en tiempo real las incidencias de aperturas de mesas (que se conocerán sobre las 9.30 horas), los datos de participación a las 14.00 horas y a las 18.00 horas, así como los datos del escrutinio a partir de las 20.00 horas. Los representantes han recibido 45 horas de formación para garantizar el normal desarrollo de la cita electoral.

La polarización de la campaña y la ausencia de los líderes nacionales en Córdoba han marcado este extraño periodo electoral, interrumpido por una Semana Santa en la que todos los partidos moderaron su presencia pública. El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), publicado el 9 de abril, dio a PSOE y Cs la posibilidad de alcanzar la mayoría más amplia con 189 escaños en el Congreso (la mayoría absoluta son 176). Este estudio correspondiente al mes de marzo daba tres diputados al PSOE en la provincia de Córdoba, uno al PP, uno a Unidas Podemos y uno a Ciudadanos. Así, el PSOE lograría sumar un escaño más a los dos que tiene en la actualidad, mientras que el PP perdería uno. Unidas Podemos y Ciudadanos, por su parte, mantendrían el diputado que obtuvieron en las elecciones del 2016. Encuestas y estudios posteriores, sin embargo, han rebajado las expectativas socialistas, mientras que el último escaño estaría en disputa entre Unidas Podemos y Vox.

HISTÓRICO EN LA PROVINCIA / En el histórico electoral de las elecciones generales en la provincia, la abstención más baja se registró en Córdoba en las elecciones del año 82 (apenas llegó al 15,4%), cuando Felipe González arrasó, también aquí, obteniendo cinco de los siete diputados que entonces por población nos correspondían (perdimos el séptimo escaño en la convocatoria del 2008). En aquella ocasión, los otros dos diputados fueron para Alianza Popular, quedándose fuera el Partido Comunista, que sí había obtenido un representante en el 79. Por contra, los comicios generales que más abstencionistas concitaron fueron los últimos, en junio del 2016, cuando se quedó en casa el 28,96% del censo electoral (183.656 cordobeses).

De las 12 convocatorias celebradas en España, en nueve de ellas resultó vencedor en Córdoba el Partido Socialista, mientras que el Partido Popular lo hizo en las tres restantes (2016, 2011 y 2000). El año 2015 fue el año en el que se certificó el final del bipartidismo y la primera vez que los escaños en juego quedaron repartidos en cuatro fuerzas políticas: PSOE, PP, Podemos y Cs.

En las últimas elecciones, el PP venció en Córdoba, con el 34,4% de los votos, que le valieron dos diputados (Rafael Merino e Isabel Cabezas). Los mismos que obtuvo el PSOE (Antonio Hurtado y María Jesús Serrano), con el 31,20% de los escrutinios. Los otros dos fueron para Unidos Podemos (Manuel Monereo) y Cs (Marcial Gómez). En la Cámara alta, los populares sentaron a tres senadores (Fernando Priego, Cristina Piernagorda y Ana Tamayo) y el PSOE, a uno (José Manuel Mármol).

LOS CANDIDATOS / Los principales partidos que concurren a estos comicios elaboraron sus listas y eligieron a sus representantes para las generales de muy distintas formas. El presidente del PP, Pablo Casado, ejerció su liderazgo haciendo las listas a su medida y colocando como cabezas de cartel a candidatos afines a su proyecto. En Córdoba eligió a Andrés Lorite para el Congreso, mientras que en el Senado repite el alcalde de Cabra, Fernando Priego.

La confección de las listas del PSOE fue mucho más participada, pero también más convulsa. Después de que las asambleas socialistas propusieran nombres, la dirección provincial, afín a Susana Díaz, elaboró unas candidaturas a las que Ferraz les dio la vuelta como un calcetín con el consiguiente enfado de los corregidos. El ministro Luis Planas encabeza la plancha del Congreso (Carmen Calvo va de número 2 por Madrid), con Rafi Crespín y Antonio Hurtado; mientras que María de los Ángeles Luna encabeza la lista del Senado.

En Cs todo se decide en Madrid, dejando a las direcciones provinciales sin mucho margen de maniobra. En cualquier caso, para el 28-A había pocas dudas: repite el diputado Marcial Gómez. La confluencia de Podemos e IU cristalizó de nuevo en Unidas Podemos (que solo feminizó su nombre), pero las formaciones eligieron de manera independiente a los candidatos que después integraron la lista conjunta. Podemos designó a Martina Velarde, e IU, a Carmen María Ruiz, y rescató a Manuel Baena para el Senado.

El profesor José Ramírez representa a Vox en Córdoba, mientras que el Partido Animalista lleva a su presidente provincial, Javier Luna, como cabeza de lista en esta provincia.