Las ventas del comercio minorista subieron el 3% en noviembre, mes marcado por los descuentos del Black Friday, respecto del mismo mes del 2018, con lo que el sector sumó 14 meses consecutivos al alza, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin rastros de crisis pero sin grandes alharacas, el sector comercial mantiene la actividad con índices de crecimiento de las ventas moderados pero mucho esfuerzo promocional de respaldo. Entre descuento y descuento y la percepción de mayor competencia, las cuentas de resultados suben en media y menos en detalle.

Corregidos los efectos de calendario (diferencia de días hábiles), la facturación del comercio avanzó el 2,9% con respecto a un año antes, mientras que en relación con octubre solo se incrementó el 0,5%. Pero en el pastel comercial, la variable del comercio en internet enmascara con medias razonablemente positivas situaciones complejas, especialmente en las tiendas tradicionales.

El pequeño comercio fue el que menos vio crecer sus ventas, con una subida de solo el 0,7%. Las ventas subieron en mayor medida en las grandes cadenas, con una subida interanual del 5,4%. En las grandes superficies la facturación aumentó el 4,1%, lo mismo que en las cadenas medianas. Según los datos del organismo estadístico, las ventas de los productos alimentarios subieron el 1,3% interanual, mientras que las de los no alimentarios avanzaron un 5%. Entre estos últimos, las ventas de equipo personal avanzaron un 6,4% y las de otros bienes, el 3,5%, mientras que las de equipo de hogar cayeron un 0,6%.

El pequeño comercio está en un proceso de cambio y los centros de las pequeñas ciudades se enfrentan a una transformación sin precedentes. La razón es la creciente competencia de los núcleos urbanos más grandes, sobre todo del comercio on line. Nueve de cada diez españoles de entre 18 y 65 años compraron por internet en el último año y de ellos, uno de cada seis compró en la red al menos una vez al mes, según Adicae.