El Córdoba empató sin goles ante el Rayo Vallecano, en El Arcángel, en el que fue el encuentro de presentación del conjunto blanquiverde ante su afición en la temporada del regreso a Segunda B. Un Córdoba de estreno, que debía aportar novedades y, más allá de los nombres, entre los que hay muchas, lo más novedoso fue ver a un equipo medianamente serio atrás, que más allá de las ocasiones que sufrió del rival, al menos las soportó con entereza. De hecho, y a pesar de ser solo el encuentro de la reapertura de El Arcángel, había lugar hasta a la emoción cuando al Córdoba le enviaban varios centros laterales y todos, sin excepción, fueron rechazados por la zaga cordobesista, tanto por abajo como por arriba. A alguno, a buen seguro, se le escapó alguna lágrima tras los recitales sufridos durante meses en la última temporada.

La primera parte estuvo algo más entretenida de lo que se podía esperar de un partido de pretemporada, principalmente, porque hubo alternativas, más favorables a los franjirrojos que a los cordobesistas, eso sí. A pesar de todo, el primer aviso serio lo dio José Antonio González, nada más iniciarse el encuentro y de golpe franco directo desde la corona del área. El pontanés sacó su zurda y obligó a emplearse a fondo a Alberto García. El Rayo tomó el mando y tuvo más el balón, pero fue en una contra, finalizada por Álvaro García, cuando generó su primer momento de peligro serio para la portería blanquiverde. A partir de ahí, se entró en una fase en la que Rayo asumió más el control, pero falló siempre en los últimos metros. Ortuño puso a prueba a Alberto desde lejos, pero el Rayo tuvo claras llegadas con Piovaccari (min. 14), con Álex Moreno (min. 34) y con un disparo desde la frontal de Trejo (min. 23), siendo las dos últimas respondidas con brillantez por Isaac Becerra.

Si el centro del campo cordobesista no funcionó bien en la primera fase de este acto, sí que terminó algo mejor, lo que dejó a su rival sin tantas opciones de merodear el área local y obligando por tanto a varios centros en los que el centro de la defensa cordobesista siempre se impuso, un gran contraste, en positivo, con respecto a la pasada campaña.

A pesar de esas llegadas franjirrojas, lo cierto es que la línea defensiva y la portería fueron las zonas que destacaron en el equipo de Enrique Martín en los primeros 45 minutos ante su público. El centro del campo mostró desajustes y dificultad para mantener el balón, mientras que arriba, De las Cuevas y Ortuño, anduvieron demasiado desasistidos.

La segunda mitad la inició el Córdoba con mejor cara que la segunda, con sendas ocasiones para De las Cuevas y Ortuño, que encontraron la red de Alberto García. En cualquier caso, el Córdoba intentaba manejar algo más el balón y abusar menos del balón largo.

El Córdoba confirmaba su mejoría con una llegada en profundidad de Raúl Cámara antes de ser sustituido y, sobre todo, tras una buena jugada de De las Cuevas que finalizó con un despeje apurado de Catena a córner cuando Ortuño ya esperaba detrás para fusilar a Alberto García.

Estaba claro que los visitantes perdían fuelle en la presión que pusieron en práctica durante el primer tiempo, lo que contribuyó a las llegadas blanquiverdes al área franjirroja, aunque sin mucho tino en los metros finales, al igual que les pasó a los madrileños en el primer acto.

Los locales progresaban y una buena jugada con intervención de Javi Flores (muy activo y participativo durante el partido) finalizó con un pase a Ortuño que, dentro del área y presto a disparar, fue derribado, aunque Ruiz Aguilera no apreció falta sobre el delantero blanquiverde.

Se inició el carrusel de cambios, más acusado en el conjunto visitante, que notó el aire fresco y volvió a equilibrar el choque. Tanto, que en la última fase del encuentro intentó con varios disparos desde fuera (sobre todo Bebé) llevarse el partido. Pero fue inútil, entre otras cosas porque el Córdoba intentaba también buscar la portería franjirroja, aunque con el mismo éxito que su adversario.

Al final, una igualada sin goles, la cuarta del equipo de Enrique Martín en esta pretemporada, pero que deja en líneas generales una buena impresión. Cierto es que hace falta bastante, por lo pronto, cuatro fichajes más, que se han de notar, fundamentalmente, en la parcela ofensiva y de creación, pero no es menos cierto que si se acude al tópico de que los equipos se construyen desde atrás, este Córdoba sí parece estar construyéndose bien.

Así que a las novedades de los Fidel Escobar, Becerra, Álvaro o Juanto Ortuño, entre otros muchos, hay que añadir una que en la presentación se hizo protagonista: la seriedad general del equipo blanquiverde.