Messi ya es el rey de las Botas de Oro. Nadie acumula tantas como él. Cinco, nada menos. Tantas como letras tiene su apellido. Es un logro estratosférico, aunque, como tantas otras gestas protagonizadas por el 10 en su descomunal carrera, acabe pareciendo tan inevitable que casi resulta trivial. Pero que nadie se engañe: ganar cinco Botas de Oro es una bestialidad.

El astro argentino recibió, en una sencilla gala celebrada en la Antigua Fàbrica Estrella Damm de Barcelona, el trofeo que le acredita por quinta vez como el máximo anotador de las ligas europeas. Sus 34 goles en la pasada campaña de LaLiga Santander le valieron el premio que otorga la European Sports Media (consorcio periodístico representado en España por el diario ‘Marca’) y le permitieron superar a Cristiano Ronaldo, que tiene en sus vitrinas cuatro Botas de Oro. Lejos, con dos, quedan históricos artilleros como Gerd Müller, Eusébio, Thierry Henry, Diego Forlán y Luis Suárez (el uruguayo), entre otros.

Messi aseguró que se encuentra en un gran momento «en lo anímico y en lo físico», advirtió de que el cruce de Champions con el Olympique de Lyon «va a ser complicado» y, como es tradición, atribuyó buena parte de sus logros individuales a la aportación de sus compañeros. «Estoy en el mejor club del mundo y tengo al lado a los mejores del mundo en sus puestos, y eso lo hace todo más fácil», afirmó el capitán ante la mirada complacida de Busquets y Sergi Roberto, que le acompañaron, al igual que el presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu.