Último examen del curso liguero y el Córdoba, una vez que dos alumnos habrán pasado esta noche de curso, aspira a intentar ir, al menos, a la reválida, para pasarlo él. No será con nota, aquella que se marcó como objetivo irrenunciable el pasado verano, pero ¿quién le hace ascos a pasar el curso en septiembre?

Le valdrá al equipo de Oltra, con seguridad, dos de los tres posibles resultados. Con la victoria pelearía incluso el cuarto puesto final en la tabla, así como con el empate --todo en función de lo que haga el Zaragoza en Palamós-- y puede que, incluso con la derrota, también entrara en las plazas de play-off, aunque muchos corazones no soportarían esa situación, por lo que los blanquiverdes saldrán, al menos, a asegurar ese puntito que les dé matemáticamente la posibilidad de no repetir curso el año que viene.

No lo tendrán fácil por varios motivos. El primero, el de puertas para adentro. Si Oltra ya tenía bajas para generar inquietud con las ausencias de Razak (con Ghana), Cisma (sanción), Eddy (con Azerbaiyán) y, sobre todo, Florin Andone (con Rumanía), el técnico anunció ayer en rueda de prensa que Xisco Jiménez tampoco será de la partida esta noche. El balear «no se ha recuperado como esperábamos» y el técnico blanquiverde ha confeccionado una convocatoria con 19 jugadores de los que tendrá que descartar, obviamente, a uno poco antes del inicio del encuentro. En esa relación se encuentran tres jugadores del filial: Sillero, Abel Moreno y Moha Traoré. Asimismo, el preparador cordobesista ha metido, obviamente, a todos los disponibles, incluidos López Silva y Dalmau, ante la trascendencia del encuentro de esta noche, en el que se verá el desenlace liguero después de casi 10 meses de competición en tan sólo 90 minutos.

En cualquier caso, el valenciano tampoco tiene tanta variedad o versatilidad como se podría pensar. En la portería, Falcón. En defensa, Stankevicius, Héctor Rodas y Deivid son fijos, mientras que, salvo inventos, Abel Moreno ocupará la posición del sancionado Cisma. En el mediocampo, a Oltra le ha funcionado la pareja formada por Luso (indiscutible) y Caballero, mientras que Víctor Pérez no parece que esté en condiciones de aguantar todo un partido. En las bandas, dos indiscutibles en un duelo como el de hoy: Pedro Ríos y Fidel Chaves, mientras que el último problema, y no pequeño, lo tiene Oltra en la punta de lanza. La pareja de ataque habitual no podrá estar hoy, por lo que se abren todas las opciones. ¿Jugar con un solo delantero y reforzar tanto el centro del campo como la defensa? Al Córdoba le vale un solo punto y con medio equipo ausente la opción conservadora no sería descartable. ¿Jugar como si nadie faltase y alinear a Markovic junto a Moha, De Tomás o Pineda arriba? Podría ser en función de las características de la pareja del serbio que, en todo caso, parece destinado, si sale hoy de inicio, a jugar unos metros por debajo de lo que lo ha hecho habitualmente en esa demarcación. La prioridad será mantener la portería a cero ante un adversario que, simplemente, se juega la vida.

Este Almería llega con su quinto entrenador a lo largo de la temporada y con el mayor presupuesto de la categoría. Agotados todos los nombres de los banquillos, el club almeriense se decantó finalmente por quitarle la camiseta a Fernando Soriano y colocarle la chaqueta. Parece que le ha funcionado si a los números nos remitimos, aunque la papeleta de esta noche, en El Arcángel, es de aúpa.

Porque es cierto que, según los resultados que se den, al Almería podría valerle el empate para mantener la categoría, pero a estas alturas, en mitad de un partido en el que te juegas la vida y con la tensión acumulada a lo largo de meses, como para fiarse de lo que ocurra en El Toralín o en el José Zorrilla.

Un millar de seguidores acompañarán al Almería en la grada, esperanzados en el buen momento del exblanquiverde Sebastián Dubarbier, en los dos goles en los tres últimos partidos anotados por la que fue su estrella, Kalu Uche, o en la capacidad para hacer daño de mediocampo hacia delante de este Almería que, como su rival, se lo juega todo a cara o cruz. Aunque al Córdoba también le vale el canto.