‘PROBABILIDADES’

Compañía: El Hangar

Autor: Chiqui Carabante

Intérprete: Antonio Aguilar

Dirección: Chiqui Carabante

Lugar: Sala Polifemo del Teatro Góngora

Dentro del ciclo Off Topic, ayer tuvimos ocasión de asistir a la presentación, en la Sala Polifemo del Góngora, de un gran espectáculo, como nos tiene ya acostumbrados Antonio Aguilar y la compañía El Hangar. En este mismo teatro, recordamos otras producciones suyas como Pedro y el Capitán, Cómo amar al ministro de cultura o De noche justo antes de los bosques. En esta ocasión, Aguilar cuenta con Chiqui Carabante para el texto y la dirección escénica de Probabilidades.

El argumento es sencillo: Alejandro encuentra a Elena en el 15M, se enamora de ella, se termina la relación y él marcha a Vigo para recuperarla. A partir de esto, se abre un amplio abanico de posibilidades. Un solo actor, Antonio Aguilar, acompañado de forma callada pero efectiva por Area Martínez desde un segundo plano, aborda toda la puesta en escena magníficamente, brillando sin fisuras y con un trepidante ritmo cinematográfico que no tiene desperdicio. Es original por la novedad de los elementos que utiliza en este monólogo, en el que intervienen muchos personajes que se apoyan en una enorme dosis de frescura y en un despliegue de tecnología.

Una escenografía sencilla, minimalista, arropa toda la puesta en escena, logrando a base de creatividad cinco o seis escenarios distintos en los que se desarrolla la acción. Esto es posible porque Aguilar se ayuda del diseño de iluminación de Area Martínez y utiliza pequeñas y magníficas maquetas que Walter Arias coloca sobre el escenario y que se reproducen mediante una cámara sobre un panel frontal para entrar en cada uno de los espacios y poder ver lo que ocurre en su interior.

Sobre el tema principal, la ruptura de Elena y Alejandro, se va superponiendo la reflexión de este personaje sobre las realidades o universos paralelos que propone la física cuántica, realidades de su propia existencia, y cómo actuaría sobre las distintas tomas de decisión de cada uno de los Alejandros en que Antonio se desdobla. Como no podía ser de otra manera, en este tipo de montaje, el actor no para ni un momento, y este movimiento constante sobre la escena sirve para arropar un texto serio, denso pero inteligible, con pinceladas de humor y frases de un gran contenido sexual.

Magnífico espectáculo sobre un excelente texto de Chiqui Carabante y el extraordinario trabajo actoral de Antonio Aguilar, que presta cuerpo y voz a todos los personajes con una enorme versatilidad y hace que el espectador pueda gozar de una nueva experiencia en cada uno de los detalles, todo ello mezclado con la importante iluminación de Area Martínez.