Los cientos de visitantes que se acercaron ayer a la Catedral de Santiago para ver el restaurado Pórtico de la Gloria esperaron hasta dos horas de cola, ya que las visitas se hacen en grupos de un máximo de 25 personas y duran quince minutos. La obra del maestro Mateo, una de las más destacadas del Románico, volvió ayer a abrir sus puertas al público, después de un proceso de restauración que ha durado diez años y le ha devuelto parte de la policromía.

Tras la visita, los adjetivos de quienes han podido admirar la obra han sido unánimes: «impresionante» o «maravilla», entre otros. «Es una joya, una maravilla», contó una pareja del País Vasco. «Ojalá pueda verlo mi hija también, que le encanta el arte y lo apreciará muchísimo», dijo uno de los visitantes.

La cola para acceder al nártex fue en aumento a lo largo de la mañana, y muchos entraron después de dos horas de espera. «Hay que verlo», confesó un salmantino después de apreciar la restauración.

A partir de ayer y hasta el 20 de septiembre, los visitantes podrán entrar por la puerta principal de 8.00 a 22.00 horas en grupos de 25 personas por orden de llegada y durante quince minutos.

El flujo de personas para contemplar el Pórtico de la Gloria únicamente se verá interrumpido durante los actos litúrgicos, dos de lunes a viernes y cuatro los sábados y domingos, y también si la climatología, la fuerte lluvia o el viento, no acompaña.

La visita está precedida de la entrega de un folleto explicativo y de un visionado en pantalla antes de acceder al nártex, lo que permite hacerse una idea de lo que la gente va a contemplar.