Los chubascos de carácter tormentoso que se registraron durante buena parte de la jornada de ayer en la Campiña cordobesa generaron inquietud y nerviosismo entre las cooperativas y bodegas de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles que elaboran vino dulce Pedro Ximénez (PX) y que, desde hace varias semanas, desarrollan una actividad frenética en varias paseras enclavadas en Montilla, Montemayor, Montalbán y Santaella.

Y es que la gran enemiga de las paseras es la humedad, por lo que la aparición de las primeras lluvias -que, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), podrían volver a repetirse hoy y, esporádicamente, a lo largo de esta semana- puede afectar al peculiar proceso de elaboración del PX, que comienza con la exposición de los racimos de uva al sol durante algo más de una semana para procurar la deshidratación de los frutos y la concentración de sus azúcares.

Con todo, la inquietud se deja notar menos en Montemayor, donde la naturaleza arenosa de sus terrenos ayuda a drenar rápidamente el agua, reduciendo al mínimo el riesgo de podredumbres. «Nosotros dejamos de extender uva el pasado miércoles, ante las previsiones de lluvia que manejábamos, y ya hemos recogido prácticamente la mitad del fruto», explicó el gerente de San Acacio, Juan Antonio Aguilar, quien confirmó que por el momento no se han registrado daños en su pasera. «Ahora hay que estar muy pendientes y voltear la uva para que no se estropeen los racimos», apuntó.

En similares términos se manifestó Manuel Galán, gerente de Bodegas Galán Portero, una empresa familiar especializada en la elaboración y crianza de vino dulce Pedro Ximénez cuyos técnicos evaluaron durante el día de ayer el estado sanitario del fruto extendido junto a El Cigarral, a las afueras de Montilla.

Mejor suerte ha corrido la pasera con la que Bodegas Robles cuenta en el paraje de Villargallegos, cerca de Santaella, donde la firma montillana inicia el proceso de elaboración de su vino ecológico Piedra Luenga.

Por su parte, la cooperativa La Aurora prefirió no poner en riesgo la producción de uva pasa y, a última hora del viernes, ordenaron levantar parte de la pasera ubicada frente a sus instalaciones, a la salida de Montilla.

Según detalló el presidente de la entidad, Juan Rafael Portero, entre el viernes y el sábado, se retiraron en torno a 450.000 kilos de uva que ya habían alcanzado el estado óptimo para la elaboración del vino dulce.