Han pasado 50 años desde que un avión militar marroquí, cuyo plan de vuelo era realizar la ruta que iba de París hasta Rabat, acabara estrellándose contra las estribaciones de la Sierra de Cabra, en una zona agreste conocida como Tajo de la Gabaneja.

El avión, un Fairchild C119 Flying Boxcar de las Reales Fuerzas Armadas del Reino de Marruecos, sobrevolaba la ciudad un viernes 14 de marzo de 1969 poco antes de las 20.00 horas. Según cuentan los testigos, era una tarde de lluvia, viento y niebla y un cúmulo de factores trágicos e inevitables determinaron el destino de los siete ocupantes del aparato, ya que no hubo supervivientes. Los habitantes de Cabra, con el alcalde, Manuel López Peña, y la Guardia Civil al mando, organizaron un operativo de búsqueda y rescate repartiendo los grupos por la zona aproximada en la que pensaban que el avión podía haberse estrellado, ya que la noche y la niebla iban a impedir una rápida localización.

Para los voluntarios, más de 200, fue una larga e inolvidable noche caminando con barro hasta los tobillos y calados hasta los huesos, con la ayuda de antorchas y linternas que no alcanzaban a iluminar un par de metros. Algunos jóvenes de la época cuentan que estuvieron perdidos y no pudieron orientarse hasta que amaneció. Pese a la dificultad, todos antepusieron el objetivo de encontrarlo a su propia seguridad y confort. No fue hasta el amanecer del sábado 15 cuando al fin pudo ser localizado el lugar del siniestro, dantesco como todas las catástrofes aéreas. Más tarde comenzaron los necesarios trámites burocráticos, con la llegada a la ciudad de las autoridades militares del Ejército del Aire Español y la Delegación del Reino de Marruecos, con el cónsul en Algeciras a la cabeza. Tras los preceptivos trabajos de autopsia, que ocuparon toda la noche del sábado, los cuerpos de los fallecidos fueron repatriados el domingo 16 hasta su país desde el aeropuerto de Sevilla.

Semanas más tarde, los restos del avión siniestrado fueron utilizados en Cabra para diferentes cometidos, tras ser donados por Marruecos.

Este próximo fin de semana, del 15 al 17 de marzo, se va a recordar lo acontecido entonces, por lo que se ha programado una serie de actos para conmemorar el 50 aniversario del accidente y de la búsqueda del avión. Habrá un acto de homenaje a los fallecidos en el lugar del suceso y a personas protagonistas de los hechos que aún viven. Además, se inaugurará una exposición con documentos, fotografías y restos del avión siniestrado, se llevará a cabo una ruta senderista y se ofrecerán un par de charlas en las que se explicarán datos sobre el avión y sobre los motivos del accidente, así como sobre el periplo de la búsqueda por el pueblo de Cabra y cómo fueron usados posteriormente los restos del aparato.