El pleno de la Diputación acaba de aprobar la adenda por medio de la cual la institución provincial podrá disponer de su accionariado en la empresa publica Tragsa, para asumir el final de la obra del Centro de Ferias y Convenciones, dada la situación de paralización que sufre el proyecto. El acuerdo se ha tomado con los votos favorables del PSOE e IU, la abstención de Ganemos y la oposición de PP y Ciudadanos.

En el debate, el Partido Popular, por medio de José María Estepa, indicó que este proyecto, que depende del Ayuntamiento de Córdoba, lleva cuatro años sin concluirse porque "el Ayuntamiento no ha cogido el toro por los cuernos y ha tenido que ser la Diputación la que lo asuma". Felix Romero añadió que es un proyecto que es muy ambicioso, pero que hoy a lo que se ha venido ha sido a "enmendarle la plana a la alcaldesa de Córdoba, que no es capaz de licitar por sí misma un proyecto y lo que hace es utilizar una herramienta de la Diputación, como es Tragsa". Asegura Romero que esta iniciativa tiene "un viso de nulidad, que se debería haber utilizado la ley de contratos y con este instrumento se va a saltar la piola dicha ley". Al no estar de acuerdo con este procedimiento, el PP se ha opuesto.

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, José Luis Vilches, criticó que se haya asumido ese compromiso, cuando es algo que genera muchos gastos permanentes, cifrados en torno a un millón de euros, y además cuando se concluya dispondrá de menos espacio expositivo que el que había en San Carlos, que se abandonó precisamente por eso, dijo Vilches.

Desde el PSOE, Salvador Blanco, indicó que de lo que se trata es dar solución a uno más de los problemas que ha venido acarreando este proyecto del que dijo que "fue un capricho del alcalde José Antonio Nieto", que no ha dejado de tener problemas.