La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Córdoba realizó ayer un acto de protesta en el bulevar del Gran Capitán para manifestar su queja por la diferencia de precio que sufren las naranjas entre lo que recibe el productor y lo que finalmente tienen que pagar los consumidores, que llega al 1.150%. Por ese motivo, la organización agraria repartió entre los viandantes 2.000 kilos de naranjas.

Según señaló el secretario general de UPA Córdoba, José Luis Gutiérrez, mientras que los agricultores están cobrando por un kilo de naranjas entre 0,10 y 0,15 euros, en las tiendas y supermercados se está vendiendo a más de un euro, asegurando que en el proceso de intermediación se encarece en exceso el producto. Esta misma circunstancia se da también en otras frutas, hortalizas y carnes, como el limón, el calabacín, la coliflor, el brócoli, la lombarda, las espinacas, el pollo o el conejo, cuyas diferencias entre lo que recibe el hortelano y lo que paga el consumidor va del 297%, como es el caso del conejo, al 1.917% del limón.

Gutiérrez señaló que estos precios son "ruinosos", por lo que demandó al Gobierno que dicte una ley de márgenes comerciales, "porque el intermediario no tiene escrúpulos de ningún tipo y abusa constantemente del consumidor y del agricultor".

Además considera necesario el secretario general de UPA Córdoba que se exija un doble etiquetado en este tipo de productos, para que el consumidor "cuando está comprando un producto sepa a cómo se le ha pagado al agricultor".

Para Gutiérrez no es razonable que se pague tan poco al productor porque no hay excedente de producción, "porque además nosotros pensamos que los cítricos es una de las salidas para los agricultores de la zona que se están viendo obligados a abandonar otros cultivos tradicionales".

Para UPA, lo razonable sería que la naranja se vendiera en el mercado a 0,50 o 0,60 porque incentivaría el mercado y al mismo tiempo estaría mucho más equilibrado con el precio de origen. Por otro lado, UPA aprovechó para difundir su oposición a la OCM de las frutas y hortalizas porque, a su juicio, tendrá unos efectos muy negativos para la provincia de Córdoba en productos frescos tales como el melocotón o los cítricos, porque no solo no resuelve los problemas ya existentes sino que los agrava, con medidas como el desacoplamiento total en los productos transformados.