El presidente de la junta de compensación de Cuevas de Altázar, Juan Manuel León Gallego, está «muy contento» por la aprobación del proyecto de urbanización, cuyo retraso le llevó, junto a otros vecinos de la parcelación, a protestar hace un año ante Urbanismo. Aún así, asegura que «no es un punto y final», sino «un punto y seguido», ya que «hay que negociar los avales para las obras». Antes de la ejecución de la urbanización, la junta de compensación debe lograr el aval del 7%. No obstante, asegura que el proyecto de urbanización permite solicitar enganches para la dotación de servicios, construir en las parcelas libres y realizar «reformas y ampliaciones» en las viviendas, por lo que sin este trámite, «no se puede avanzar». Es más, calcula que habrá más de una decena de construcciones nuevas. Su idea es lograr simultanear la urbanización con la edificación, para agilizar licencias, ya que «no puede tratarse como una urbanización nueva, hay una realidad que no se puede ignorar».

León Gallego recuerda que «ha sido un camino de pinchos, de chinos», en el que los vecinos, a los que agradece su colaboración, se han tenido que armar de «paciencia». Su intención es llevar a cabo las obras de urbanización por etapas y fasear también los avales; acabar en la primera una calle nueva, «el alcantarillado, cerrar la malla de agua, echar el firme previo, asfaltar y poner las farolas». La primera fase estaría presupuestada en 270.000 euros. Su idea es que a final del 2019 haya 40 farolas. Además, y «paralelamente», su intención es «realizar el enganche de luz, agua y alcantarillado a los vecinos que lo han pedido, unos 30». León Gallego exige colaboración a Urbanismo para que el proceso «sea viable para los vecinos» y que no les ponga trabas».