¿Tiene ahorro invertido en productos como fondos? ¿Conoce realmente bien su inversión más allá de la simple rentabilidad puntual, positiva o negativa? En tiempos de tanta «impaciencia» como los actuales, es necesario más que nunca pararse a reflexionar sobre el sentido de la inversión en la que estamos, analizar bien el producto y concluir si es el que más nos interesa de acuerdo al propósito que tenemos. Parece una cuestión superada y no lo es. Al contrario. Siempre hay que saber dónde estamos.
Aquí van algunas ideas básicas que no hay que perder de vista: Lo primero que hay que hacer es un análisis del fondo en el que estamos y entender bien por qué y para qué lo hemos elegido.
En segundo lugar, es importante consultar a nuestro gestor para que sepamos con certeza cuál es la situación y contexto en el que está nuestro fondo. Hay que entender, por ejemplo, la relación entre activo, plazo y rentabilidad y ponerla en valor.
En tercer lugar, antes de hacer un cambio de fondo o contratar uno nuevo, es fundamental saber cuál es el plazo temporal medio que se recomienda para estar.
Esto es importante porque ayuda a no estar pendiente a diario y, por tanto, a mantener tanto la serenidad como contener la euforia.
En cuarto lugar: deje sitio a las posibles sorpresas. Cuando no debiera pasar nada, ocurre, y viceversa. Los mercados son así.
Y finalmente, recapitule y trate de obtener y comprender toda la información que ha recopilado para actuar en consecuencia. La impaciencia es tan mala como la pasividad y ambas cosas amasan las pérdidas. Por eso, conocer e informarse es siempre lo más importante. Es su dinero.