El Ayuntamiento se va a encontrar muy pronto con un problema en el camping municipal de El Brillante, cuyo futuro está en el aire por dos razones: por la ronda Norte y por el final de la concesión vigente. Consciente de ello, el delegado de Gestión, Antonio Álvarez, ya ha encargado que se estudie qué hacer con estas instalaciones ante el panorama de incertidumbre que se presenta, ya que el contrato con la empresa encargada del camping, Promociones Turísticas de Córdoba (Protucor), expira en el 2020 y aunque el Ayuntamiento tendría que sacar a concurso uno nuevo, está pendiente del estudio encargado por la Junta para decidir qué cambios introducirá en el trazado de la ronda Norte, que en el proyecto del 2010 parte las instalaciones en dos.

Antonio Álvarez ha explicado que el primer problema con el que se encuentra es que el contrato con Protucor, que deriva de los años noventa, vence en mayo del 2020. A esto se suma que la empresa se ha dirigido en varias ocasiones desde el 2013 al Ayuntamiento para transmitirle las dificultades económicas que está teniendo, sobre todo, por la «competencia» del aparcamiento del cementerio de la Salud, donde se pueden estacionar autocaravanas, que, además, pernoctan allí. El edil indica que la empresa considera que esta práctica «no se ajusta a la legalidad». La situación se agrava, según transmite la empresa al Ayuntamiento, porque cada vez hay más autocaravanas aparcadas de noche en la vía pública. Según Álvarez, la situación es «complicada» y «preocupante» porque si la concesionaria «se va antes de tiempo, nos encontramos con unas instalaciones de gran superficie sin nadie que las gestione», con el riesgo que conlleva su cierre. Álvarez indica que el turismo de tienda de campaña ha cambiado y que hoy el 95% de los usuarios del camping son autocaravanas.

LA RONDA / El segundo problema es, según el concejal, que «no podemos iniciar un nuevo expediente de cesión y adjudicarlo sin saber qué parte quedará afectada» por la ronda, por lo que lo que suceda está condicionado a la decisión que tome la Junta. «Lo primero», señala, «es ver qué hace la Junta», ya que durante las obras «no se va a poder usar». «Después», añade, «dependiendo de si la ronda va en túnel y de dónde salga al exterior a modo de trinchera, se verá qué posibilidades tiene» el camping. Con el proyecto de la Junta, su más del centenar de parcelas se verían reducidas a la mitad, según indica. Pero hay un tercer inconveniente, la categoría del camping, que debe adaptarse a un decreto del 2018 que da tres años de plazo, que acaban en febrero del 2021.

Por ello, Álvarez señala que «hay que estudiar y ver qué decisión tomar» y analizar también «qué usos» tienen los terrenos desde el punto de vista urbanístico. «Ahora mismo hay que plantearse todo», incluso su ubicación en otro espacio, opción barajada en anteriores mandatos.