Sin grandes colas ni aglomeraciones -exceptuando la Casa Góngora, donde se exhibe la instalación ganadora-, los recintos donde se ubica el Festival Flora Flora en Córdoba recibieron ayer un goteo constante de visitantes, muchos de ellos llegados de muy distintas ciudades españolas y de países como Francia, Gran Bretaña o Alemania, atraídos por el derroche floral que propone este evento que, en su tercera edición, ha dejado «impresionado» a más de uno al introducir el arte floral en el mundo de las ideas y la reflexión, incluido al ministro de Agricultura, Luis Planas, que no quiso perderse esta singular cita y visitó la obra que luce en el Museo Arqueológico. Allí, estuvo acompañado de la directora del centro, María Dolores Baena; la delegada territorial de Cultura, Cristina Casanueva, y la directora del festival, María Van den Eynde, que le explicó lo que Lisa Waud ha querido expresar con su instalación.

A pesar de que las propuestas de este año «tienen poco que ver con las flores y su colorido», la mayoría de los que se acercaron a ellas salieron satisfechos, aunque, eso sí, «necesitaremos una segunda mirada para poder entender el mensaje que el artista quiere dar», decía un matrimonio de Ciudad Real que valoró especialmente el intercambio cultural entre el espacio tradicional y lo innovador de las instalaciones. «Es como si pasado y futuro se fusionaran a través de la naturaleza, me está encantando», decía en la Casa Góngora un joven madrileño que visitaba por primera vez Córdoba atraído por este festival. «Es menos impactante visualmente que las de años anteriores, pero cada obra desprende una historia, y eso es muy interesante», señaló su acompañante cordobés. Y es que las comparaciones son inevitables. «A esta edición de Flora hay que venir con la mente abierta», decía a su grupo una de las guías del festival, Janibel Llorente, que aclaraba a sus clientes que «Flora incluye todo tipo de vegetación y los artistas este año han creado diseños más conceptuales».

El móvil juega un papel importante durante el itinerario. Todos querían llevarse una imagen para la posteridad por si «la retina te juega la mala pasada de olvidar», aseguró con mucho humor una cordobesa, que insistía en el esfuerzo que hay que hacer para interpretar las distintas obras. «He visto algunas fotos en internet, pero disfrutarlo en directo te traslada a un mundo de sensaciones», comentó una de las diez mujeres de un grupo llegado de Madrid que venía buscando «más color». «Nos está sorprendiendo mucho, aunque es un poco paradójico porque creíamos que veníamos a ver flores, pero es igualmente espectacular», aseguraba otra de ellas.

«Esta edición es muy modernista, me gustaron más las anteriores», confesó en el Palacio de Viana Rosa, cuya hija, Patricia, reconoció que «tienes que reflexionar sobre lo que ves y ayudarte de las cartelas». Todavía queda la jornada de hoy por si alguien quiere sacar aún más jugo a esta edición del Festival Flora.