Con el reto de avanzar en medidas que puedan reducir o atajar el «gravísimo problema» de la violencia de género y combatirlo desde la raíz, la Subdelegación del Gobierno ha puesto en marcha el programa Coras, un espacio abierto de encuentro, debate, análisis y puesta en común en el que participan personas y colectivos que en su día a día están implicados en la lucha contra el maltrato. Así lo indicó ayer la subdelegada, Rafaela Valenzuela, quien añadió que se trata de un tema que «nos ocupa, nos preocupa y nos desespera».

Desde su punto de vista, el papel de la Administración debe ir más allá de elaborar estadísticas que reflejan con periodicidad cuántas mujeres maltratadas hay o en qué nivel de riesgo están, unos datos que se recogen en el programa Viogen. Se trata, apuntó Valenzuela, de ir más allá «y, contando con la experiencia de las personas que conocen esta realidad, anticiparnos a los acontecimientos y saber de verdad qué está pasando para llegar hasta el maltrato».

Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, la prisión provincial, el ámbito universitario o los centros educativos son algunos de los vértices en los que se apoya el proyecto Coras. «Hay que ampliar la mirada y poner el foco» en todos los aspectos que rodean a un caso de malos tratos, comentó la subdelegada, quien insistió en que «la educación es medular en este programa».

La jefa contra la Unidad de Violencia sobre la Mujer, Teresa Varón, afirmó que es la primera vez que una Subdelegación del Gobierno aborda así esta realidad y apuntó que en todo el proceso es muy importante que las mujeres afectadas digan qué necesitan ellas mismas y sus hijos. Como inicio de los trabajos, el próximo martes se reunirá un grupo multidisciplinar de diez personas vinculadas con el plan director, que permite que efectivos de los cuerpos policiales trabajen en los colegios en materia preventiva. Ya el 6 de febrero tendrá lugar un curso de formación y actualización en el que participarán una veintena de personas y que es «clave para avanzar en la equidad de género», según Varón.

«Una sociedad sana no puede permitirse tener este problema», sentenció la subdelegada, quien reiteró que «hay que llegar a la raíz y desde ahí actuar».