Córdoba se está jugando más de 742 millones de euros en exportaciones a causa del coronavirus. Aunque es imposible calcular a priori el impacto que puede tener esta pandemia en el comercio exterior, entre otras razones porque se desconoce el tiempo que se tardará en controlarla, es fácil hacerse una idea de lo que se dejaría de ingresar si se paralizara la venta de productos fuera del territorio nacional teniendo como referencia el informe de la entidad pública ICEX España Exportación e Inversiones correspondiente al 2019. Teniendo en cuenta solo los países que están incluidos por el Ministerio de Sanidad en las áreas con evidencia de transmisión se alcanzarían los 742 millones, aunque hay que advertir de que esa cantidad es la que se consigue exportando productos a lo largo de un año, por lo que variaría en función de los meses que se tomen como referencia. Si se hace una media y se estima una duración de tres, el impacto sería de 185 millones.

Dentro del área de los países con más riesgo (hay más con casos de coronavirus pero que no están incluidos en ese listado y que podrían incrementar el impacto anual en más de 478 millones) se encuentran el que más productos consume de Córdoba, Italia, de la que la provincia recibe 354 millones de euros; seguida de Francia, con 259 millones, y Alemania, con 63 millones. El virus afecta a las transacciones comerciales con China, de la que Córdoba se embolsa 35 millones; Corea del Sur, con 17; Japón, con 12, y Singapur, con 626.000 euros.

En cuanto a las importaciones, el coronavirus pone en jaque la entrada de productos de fuera a Córdoba, que, en un escenario muy negativo y duradero, puede dejar de recibir mercancía valorada en 330 millones procedente de esos mismos países de mayor riesgo, dentro de los que destaca China, principal proveedor de la provincia después de Portugal. El director de Operaciones de Multirail, empresa que ofrece servicios de tren de mercancías en la terminal ferroviaria de El Higuerón, Juan Ramírez, afirma que «las importaciones procedentes de China han caído rotundamente».

El presidente de la comisión Agroindustrial de CECO, Francisco Torrent, explica que las empresas industriales que manufacturan y exportan, más que problemas de abastecimiento, «se van a encontrar con una limitación en el espacio de almacenamiento del producto terminado antes de que llegue el momento de que se queden sin ningún material auxiliar de la cadena de fabricación». Esto es, según añade, porque «en nuestra economía de trabajo a la japonesa contra pedido intentando estocar lo menos posible para reducir costes, se procura que los almacenes sean cuanto más pequeños, mejor». Lo que está ocurriendo es, según Torrent, que «contenedores hay cada vez menos porque la mayoría se están usando en zonas netamente importadoras que tienen cerradas las fronteras internas, como Asia o China, y necesitan de una serie de aprovisionamientos que antes no requerían». El transporte en los barcos es el que está teniendo más problemas, no así el terrestre, «pero puede tenerlos» en un futuro. Otra circunstancia que se está dando es que «todas las ventas al mercado italiano están paradas porque está cerrado». Allí, añade, «solo pueden abrir industrias relacionadas con la alimentación y farmacias, el resto están cerradas». No obstante, afirma que «ahora mismo no hay una alarma de decir que se están teniendo problemas gordos» tanto en la entrada como en la salida de los productos, «pero en la distribución local de productos ya se están notando los efectos solo con la anulación de los congresos al haber menos pedidos», por lo que «dentro de poco esas empresas se van a quedar sin liquidez».

El coordinador del área de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio, Rafael Reyes, afirma que «todavía es un poco pronto para ver los efectos que está teniendo, pero lo que sí hay es bastantes cancelaciones de ferias internacionales». En este sentido, recuerda que «Italia y Alemania son los dos centros principales de las ferias de negocio que se hacen en Europa y las más importantes están ahí» y «allí se cierran muchos tratos». En Italia se han cancelado todas. Los aplazamientos de eventos que se están produciendo «complican mucho que tengan éxito», señala. «Italia es nuestro principal comprador y hay zonas donde la gente no está pudiendo salir a comprar, eso incluye toda la cadena de distribución», afirma. «Hay distribuidores que no pueden hacer su trabajo, que es estar pendientes de sus clientes, porque no pueden hacer visitas por Italia», concluye. En cuanto a las importaciones, «teniendo en cuenta que China es la fábrica del mundo», puede producirse «rotura de stock». La Cámara de Comercio ha recomendado a los empresarios realizar de forma telemática la documentación para exportar.