Varios cientos de personas (mil, según los organizadores y menos de quinientos, según los menos afines) recorrieron ayer la distancia que separa la plaza de Las Tendillas y el colegio Rey Heredia para celebrar el año de ocupación del edificio por parte de Acampada Dignidad, que después de iniciar junto al Consejo de Distrito Sur las negociaciones con el Ayuntamiento para la cesión del inmueble, ha visto cómo la cuestión se ha vuelto a estancar. "Se han cumplido todos los requisitos técnicos que nos exigían, se ha constituido una asociación, el problema de la financiación está resuelto porque no queremos subvenciones, pero se niegan a cerrar la cesión mientras no desalojemos el colegio, algo a lo que no estamos dispuestos porque no nos fiamos de que el Ayuntamiento cumpla su palabra", explicaba ayer el portavoz de la Acampada Dignidad, que reclama al alcalde, José Antonio Nieto, que cumpla su palabra. "Los espacios públicos son del pueblo. Por la solidaridad, autogestión y apoyo mutuo" era el lema de la manifestación, que transcurrió sin incidentes.

Con las negociaciones en punto muerto, el centro social Rey Heredia ha reanudado las actividades previas al verano y con la cocina totalmente equipada y adaptada a los requerimientos de Sanidad, pero aún sin suministro de agua, han reabierto al público y da de comer a unas 80 personas diarias. Del mismo modo, las clases particulares para niños ya se están impartiendo y está previsto que se complementen con el trabajo de psicólogos y pedagogos que atenderán a los niños con problemas de aprendizaje.