El líder del PP-A y presidente de la Junta, Juanma Moreno, lanzó ayer «un nuevo reto» al consejero de Hacienda, Juan Bravo, para que los presupuestos de 2020 que se deben elaborar sean «reformistas», negociados y consensuados con otros partidos, y que consoliden el crecimiento económico. En su intervención en una convención del PP sobre las cuentas de 2019, que se aprobaron este jueves, Moreno puso a Bravo «un nuevo reto para 2020», con la redacción de unos presupuestos que deben recuperar también los servicios públicos que entiende que «arrebataron» los anteriores ejecutivos socialistas.

El presidente andaluz defendió los presupuestos de 2019, que son «del cambio y también del diálogo», lo que contrapuso «al ruido, a la bronca, a la mala educación, la falta de respeto a las instituciones y a los votantes» de otros partidos. «El centro político que nosotros representamos, ese es el nuevo modelo de gobierno» en la comunidad, añadió.

Aludió a la bronca del final del debate presupuestario por la intervención de Bravo, de la que el PSOE se quejó en reiteradas ocasiones por su prolongado discurso y sobre todo por alusiones al rechazo de la socialista Victoria Kent al sufragio femenino en 1931, y que hizo que Susana Díaz negara el saludo habitual al consejero. Moreno recordó que él siempre saludaba a la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, a pesar de no estar de acuerdo con las cuentas y de que no les aceptaran enmiendas, ya que «eso es educación, y tiene que estar por encima de las siglas políticas». «Cuidemos las formas, cuidemos los estilos, cuidemos todo lo que hay que cuidar», manifestó sin nombrar a Díaz.

Subrayó que «ya han cambiado las cosas», aceptando más de medio centenar de enmiendas de todos los grupos de la oposición después de que en cinco años de Gobierno de Susana Díaz no se incorporara ni una medida de las 2.700 propuestas. «Esa es la fotografía de la política socialista del rodillo», criticó Moreno, quien resaltó que el jueves en «muchas ocasiones» se pudo ver todo el panel de votaciones «de verde esperanza», con enmiendas aprobadas por unanimidad de todos los grupos. Atribuyó la incorporación de esas enmiendas a la diferencia de «tono, de carácter» y manifestó que la vida pública necesita «serenidad, equilibrio, ponderación».

Aunque dijo que le habría gustado aceptar más enmiendas del PSOE, lamentó que presentaran muchas «que no se pueden aceptar», para «elevar la presión fiscal a los andaluces en 1.100 millones» o recuperar el impuesto de sucesiones, por ejemplo.

Valoró el trabajo del consejero de Hacienda al «cuadrar el círculo», con la subida de las partidas para sanidad, educación o servicios sociales mientras se bajan impuestos, y también garantizó que el Gobierno será cumplidor con los objetivos de déficit que marque el Ejecutivo central. Moreno agradeció el trabajo de otros consejeros, como el de Presidencia, Elías Bendodo, que ha estado «en la sombra, donde se mueve muy bien, en el sigilo de las negociaciones». «Estos presupuestos cortan de raíz los recortes de tantos años del PSOE», indicó Moreno, quien cree que se ha demostrado que se pueden hacer «las cosas mejor» y que hay un Gobierno con «tenacidad y ambición».