Mejorar la investigación que se realiza en España -a pesar de los avances registrados en los últimos años, aunque todavía alejados de la I+D+i de los países más punteros-, no sólo necesita de más recursos económicos y humanos, sino de un cambio de cultura y mentalidades que vean en la investigación una herramienta verdaderamente importante para el desarrollo socioeconómico, y no sólo un trabajo propio de unos pocos encerrados en sus particulares torres de marfil universitarias, aunque en este punto la Universidad española también se esté abriendo más a la sociedad a través de la denominada divulgación y transferencia del conocimiento. Buen ejemplo de esta necesidad de cambio de mentalidades se ejemplifica en la propia trayectoria del español Valentín Fuster, considerado el cardiólogo más prestigioso del mundo, y en su discurso, que ha recalado en Córdoba abogando por motivar más a los jóvenes españoles para que sean investigadores, ya que, a su juicio, «aún hay mucho camino por recorrer, y, más que un problema de mayor dotación (de recursos y presupuestos) es más bien un déficit de motivación, de cultura investigadora» lo que hay en España.

Así lo señalaba Fuster momentos antes de pronunciar en el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic) la 9ª Lección Conmemorativa Maimónides, acto en el que este Instituto también ha hecho entrega de los premios a los mejores trabajos científicos desarrollados por sus investigadores durante 2019; así como una medalla de honor a este reconocido cardiólogo, que también ha recordado en la capital cordobesa que ahora, más que hablar de investigación, «hay que hablar de creatividad, de construir algo nuevo» en el ámbito de la biomedicina, entre otros campos. En concreto, y tras su conferencia magistral titulada Tres bases científicas de la salud: edad, innovación y educación, Valentín Fuster ha recibido esta distinción anual dirigida a reconocer a un científico de prestigio internacional que haya contribuido al desarrollo del Imibic. El profesor Fuster, además de su capacidad para trasladar los conocimientos que ha descubierto en el laboratorio a la prevención y a la curación de la enfermedad cardiovascular, «ha sabido reconocer la importancia que tiene el estilo de vida en la prevención de las enfermedades de la sociedad moderna, siendo un divulgador clave de la importancia que esto tiene para la salud», resaltan desde este instituto de investigación cordobés.

Valentín Fuster es el investigador español más citado de todos los tiempos, con 239.000 citas, y es el único investigador que ha recibido los principales premios de las 4 instituciones de cardiología más importantes del mundo: American Heart, American College, Europea de Cardiología y la Sociedad Interamericana de Cardiología. En 2012 fue reconocido como una de las dos Leyendas Vivas Americanas de la Cardiología. Actualmente esta al frente de su Fundación Science, Health and Education, con el objetivo de conseguir mejorar la salud integral en la población.

Tras su intervención se procedía a la entrega de premios a las mejores publicaciones de investigadores del Instituto. El premio Enrique Aguilar Benítez de Lugo, para la investigadora María Jesús Vázquez; mientras que el premio al Mejor trabajo de Investigación Clínica, para Ángela María Cano Yuste. Mújeres que ejemplifican lo que podría lograrse de alcanzar mayores cotas de cultura investigadora.