El Barça Lassa recibe este viernes (21.00 horas) la visita del todopoderoso CSKA de Moscú, un rival de prestigio para el equipo azulgrana, que buscará hacerse fuerte en el Palau Blaugrana y redimirse del último trompazo en la Euroliga contra el Maccabi de Tel Aviv.

Después de la clara derrota en Israel (99-83) y poner fin a cinco victorias consecutivas en la competición continental, el conjunto entrenado por Svetislav Pesic reaccionó el pasado fin de semana en la Liga Endesa derrotando al Kirolbet Baskonia en Vitoria.

No lo tendrá fácil el Barça. Se mide al tercer clasificado, con un balance de 14 victorias y 5 derrotas, tres más que el equipo azulgrana que, afianzado en la sexta posición, lucha para dar caza al Anadolu Efes y al Olympiacos, cuarto y quinto clasificados, respectivamente.

El equipo de Pesic se aferra al factor Palau, donde solo ha perdido dos partidos en la Euroliga, ambos contra el Olympiacos y el Fenerbahce, dos rivales de la zona alta.

Precisamente, las prestaciones del CSKA lejos de Moscú bajan sensiblemente. Prueba de ello es que ha encajado cuatro de las cinco derrotas en la Euroliga como visitante.

No obstante, el conjunto entrenado por Dimitris Itoudis ha ganado sus últimos dos desplazamientos ante el Zalgiris Kaunas y el Darussafaka.

Más allá del escenario, el Barcelona es consciente de que la defensa y el control del rebote serán las claves para poder derrotar al segundo mejor ataque de la competición (86,5 puntos por partido).

En el partido de la primera vuelta, el CSKA impuso su ley (95-75) contra un equipo todavía en proceso de formación que no fue capaz de contrarrestar el ritmo endiablado que marcó la escuadra rusa.

Quizá por ello, Pau Ribas y Adam Hanga serán dos jugadores señalados a frenar el desequilibrio de Nando de Colo y Will Clyburn, este último principal baza en el juego basado en transiciones rápidas que plantea Itoudis.

En la parcela ofensiva, Thomas Heurtel se ha convertido en uno de los termómetros del equipo catalán. El francés, máximo anotador del Barça en la Euroliga (11,7 puntos por partido), es el encargado de desatascar el ataque de su equipo cuando los jugadores interiores no encuentran superioridades.

Precisamente, el dominio de la zona es uno de los aspectos que el Barcelona intentará potenciar. La capacidad que tengan Tomic, Seraphin y Singleton de imponer su físico en la zona puede marcar el ritmo del encuentro.

Los interiores Kyle Hines y Joel Bolmbiy serán los encargados de vigilar de cerca a los interiores del Barça. Si son capaces de cerrar bien el rebote y neutralizar a Tomic, el CSKA estará más cerca de conquistar el Palau, donde el año pasado los locales se llevaron la victoria con relativa solvencia (85-72).