El Córdoba cerró el pasado viernes un ciclo de 11 años y 271 días en los que El Arcángel vivió exclusivamente partidos en Segunda o en Primera División. En temporadas fueron 11 en la categoría de plata y una, la 2014/15, en la máxima categoría del fútbol español. La derrota del viernes ante Osasuna cierra un ciclo de 4.289 días. En semanas han sido 612,71 en las que el coliseo ribereño ha podido mostrar con orgullo al equipo de su ciudad en el fútbol profesional.

UN TOTAL DE 249 PARTIDOS

En el campo municipal, en este tiempo desde la temporada 2007/08, que fue la del regreso de Segunda

B, el Córdoba ha jugado un total de 249 partidos de fútbol profesional en Liga en su estadio con un balance positivo. Así, el equipo blanquiverde ha ganado 106 de esos encuentros por 73 empates y 70 derrotas. En estos casi 12 años se han vivido muchos encuentros únicos, instantáneas para el recuerdo, pero hay siete imágenes que quedan en la retina del aficionado cordobesista. La primera de ellas es la del regreso de El Arcángel a Segunda el 2 de septiembre de 2007, con Jémez en el banquillo ante el Nástic, en un partido que acabó con empate a dos, marcando Asen y Arteaga para los blanquiverdes.

Tras varias temporadas en la zona medio-baja de la división de plata fue el 7 de junio del 2012 cuando se vivió otro momento para el recuerdo, de nuevo con Jémez como protagonista en el banquillo. El Córdoba jugaba su primer play-off de ascenso a Segunda ante un Valladolid que a la postre ascendería a Primera.

La ida, jugada en El Arcángel, deparó un empate a cero en un partido en el que ambos equipos libraron

«una bella primera batalla marcada por la intensidad y la igualdad, con ocasiones repartidas y buen juego por momentos», narraba el redactor Ignacio Luque. En la vuelta, un duro 3-0 cerró las aspiraciones del Córdoba, que regresaría dos años después con mejor suerte a la promoción de ascenso. Tras eliminar

al Murcia por un global de 2-1 visitaba El Arcángel Las Palmas. El 19 de junio del 2014 este periódico

titulaba «Desplumado, pero vivo » para referirse a un conjunto canario que «salió indemne a pesar de merecer la derrota, por lo que el Gran Canaria decidirá». Y tanto que decidió.

REAL MADRID Y BARCELONA

Tras aquel ascenso histórico a Primera llegaron las visitas de los mejores clubs de España al coliseo ribereño, en una temporada nefasta a nivel deportivo para un Córdoba que bajó a Segunda con solo 20

puntos y una victoria en casa, ante el Granada. El 24 de enero del 015 rindió visita a El Arcángel el Real Madrid. Los blancos, entrenados por Ancelotti, habían ganado su décima Copa de Europa medio año antes y el estadio se llenó con 21.300 espectadores para un encuentro histórico. Comenzó ganando el Córdoba con un gol de Ghilas de penalti, empató Benzema y marcó el gol de la victoria, también de penalti, Bale, a dos minutos del final. Antes, Cristiano Ronaldo fue expulsado por una agresión a Edimar. «El grande fue el Córdoba», fue el titular en este periódico para «el mejor encuentro de la temporada del equipo de Djukic, que perdonó la vida al Real Madrid en varias ocasiones y terminó pagándolo caro».

Desde entonces (y era el mes de enero) el Córdoba sumó 16 derrotas y dos empates. La más dura de todas fue ante el Barcelona, el 2 de mayo del 2015, y consumó el descenso a Segunda con una derrota por 0-8 ante el FC Barcelona con Dani Alves, Piqué, Mascherano, Iniesta, Neymar, Messi y Luis Suárez en el campo. Un vendaval culé mandó a la división de plata a los blanquiverdes «con sonrojo y encajando la mayor goleada de su historia en El Arcángel».

Desde entonces, el Córdoba sumó cuatro temporadas en Segunda División con una dinámica claramente descendente. Al quinto puesto y un play-off infructuoso en la 2015/16 le siguió un décimo puesto en la 2016/17 y una salvación in extremis y contra todo pronóstico en la 2017/18. Una temporada en la que se remontaron 13 puntos de diferencia con la permanencia de la mano de Sandoval y de los diez fichajes del mercado invernal, liderados por un José Antonio Reyes fallecido trágicamente hace dos días y que salió ovacionado de un El Arcángel hasta los topes tras la victoria por 3-0 ante el Sporting, que sellaba la permanencia. «Una explosión de felicidad», titulaba la contracrónica de aquel 2 de junio del 2018, que daba detalles como «las lágrimas de emoción» que «surcaron los rostros de Sandoval, Jesús León, Oliver y Javi Galán». Aquel artículo analizaba que, a pesar del «ambiente enfervorizado», era necesario «trabajar para construir un futuro ilusionante», que es «lo que reclama el cordobesismo».

Pero no fue así, o al menos el trabajo no dio los frutos deseados. Ayer, 2 de junio del 2019, se cumplía un año del partido ante el Sporting pero el Córdoba, 365 días después, había caído finalmente al pozo de la Segunda B tras una temporada muy deficiente. De los 20.306 espectadores del partido de la salvación del 2018 a los 2.313 que se dieron cita en El Arcángel para la derrota del pasado viernes ante Osasuna, con todo el pescado vendido y el equipo en la división de bronce. Fue la séptima imagen inolvidable. En este último caso, por lo triste del momento, que supuso el cierre a casi 12 años de fútbol profesional en Segunda.

El Córdoba debe trabajar desde este momento para que el paso por la B sea cosa de una temporada y el equipo blanquiverde vuelva a coleccionar imágenes para el recuerdo en su estadio, El Arcángel, que anhela ser muy pronto un campo, al menos, de Segunda.