El Córdoba CF tendrá que hacer cuentas y no solo en la campaña de abonados. En el aspecto deportivo no parece que lo económico vaya a variar en exceso con respecto a la pasada temporada, por lo que mirando por líneas, el conjunto blanquiverde tiene zonas muy diferenciadas. La portería la tiene resuelta con Edu Frías e Isaac Becerra. La delantera cuenta con Federico Piovaccari y Willy Ledesma, a la espera, quizás, de un complemento más. Por lo tanto, el club de El Arcángel tiene dos caballos de batalla en el centro del campo y en la defensa.

En esta última, los inconvenientes quizá tengan una solución más llevadera que en la medular, en donde hay fichas realmente de peso, necesidad de rejuvenecer el plantel y, además, ganar tanto en calidad como en polivalencia. Por lo tanto, el centro del campo blanquiverde será el gran reto para el próximo mercado estival.

Pero en la zaga, el Córdoba CF tiene cierto margen. El club cordobesista partió la pasada temporada con nueve elementos netamente defensivos: Fernández, Raúl Cámara, Djetei, Fidel Escobar, Xavi Molina, Chus Herrero, Fernando Román, Víctor Ruiz y Jesús Álvaro. El coste global de los nueve superaba ligeramente el millón de euros en fichas que, de por sí, superaba a muchos de los presupuestos globales en la categoría, no ya solo en el Grupo IV. Sin embargo, a pesar del gran número de jugadores para la zaga, el rendimiento defensivo del Córdoba CF en general y de esa línea en particular fue bastante vulgar.

Pero ahora, la entidad blanquiverde puede partir de un punto cero bastante esperanzador en caso de que las salidas de Fernando Román y Víctor Ruiz puedan llegar a buen término y sin gran coste económico. Fernández se marchó en enero al fútbol chipriota, Raúl Cámara ha colgado las botas, Fidel Escobar no regresará al cumplir su cesión y no ejecutar el Córdoba CF la cláusula de compra y Chus Herrero también cumplió su contrato. Teniendo en cuenta que Iván Robles relevó a Fernández en enero, el número de jugadores para la defensa, en la actualidad, es de seis, de los que dos, los mencionados Fernando Román y Víctor Ruiz, no tienen visos de continuar. De hecho, en el caso del primero se mira con esperanza el devenir del Marbella en su carrera a Segunda División A. En cualquier caso, esos seis jugadores con contrato en vigor suponen una cantidad por debajo de los 600.000 euros, por lo que una buena negociación, este verano, podría dejar una línea con margen de mejora en lo deportivo y también en lo económico.