Se han reunido en el Hotel Macami, de El Carpio, las primeras mujeres trabajadoras empaquetadoras de Pastas Gallo. Lo han celebrado con una emotiva comida en la que recordaron los viejos tiempos, así como la manera de trabajar que había en aquellos años, anécdotas, experiencias y esperanzas. Espona, en 1946, mediante la adquisición de una fábrica de harinas en Rubí (Barcelona), inició sus pasos. Por aquel entonces, los fabricantes de pastas solo tarbajaban con trigo blanco y José Espona, con su carácter emprendedor, abrió camino del trigo duro en España, convenciendo a un gran número de agricultores. En 1958 Espona compró la fábrica de El Carpio, que iniciamente era un molino, y que transformó en fábrica de pastas.