Centenares de personas han participado en uno de los actos más tradicionales que se celebran dentro del calendario del mayo aracelitano, junto a la novena o la presentación de los niños a la Virgen. La parroquia de San Mateo, iglesia mayor de Lucena, fue un reguero humano durante varias horas en el solemne besamanos a la Virgen de Araceli, un acto que estuvo coordinado por la Real Archicofradía y su hermano mayor, Rafael Ramírez Luna. Durante estas fechas es tradición la visita diaria a la patrona de la ciudad y del campo andaluz, que permanecerá en Lucena hasta el próximo día 4 de junio, una jornada que se abre con una misa solemne de despedida y en la que tiene lugar posteriormente la procesión de subida al Real Santuario de Aras.