La obra del convento Regina, adjudicada desde hace más de un año y sin empezar, tiene dos expedientes distintos abiertos. Según explica Isabel Albás, la adjudicataria pidió la resolución del contrato responsabilizando al Ayuntamiento de que no se firmara el acta de replanteo. La técnica de Urbanismo encargada de la obra, por su parte, negó esa circunstancia y culpó a la empresa por no aportar toda la documentación. Aunque se inició un solo expediente de resolución por las dos causas, la Asesoría Jurídica aconsejó que se separaran. Albás explica que la resolución del contrato solicitada por la adjudicataria -la segunda versión, ya que la primera caducó y hubo que reiniciar el expediente en noviembre del 2018- tiene ya el informe favorable de la Asesoría Jurídica y está pendiente del dictamen del Consejo Consultivo, por lo que queda tramitar el segundo expediente para resolver el contrato por causas imputables a la empresa.

Un informe del 8 de julio de la Asesoría Jurídica explica el complejo devenir del contrato firmado el 2 de abril del 2018 entre Urbanismo y Construcciones y Desarrollos Tudmir. Según el informe, el acta de replanteo debió firmarse 48 horas después, hecho que no ocurrió al faltar el plan de seguridad, que llegó el 12 de abril. Entre el 4 de abril y el 15 de mayo hubo intercambios de correos entre Urbanismo y la adjudicataria para la subsanación de cuestiones pendientes. Sin embargo, el 15 de mayo la empresa solicitó la resolución del contrato por el retraso del acto de replanteo. La Asesoría Jurídica desestima la resolución que pide la empresa, que no había planteado antes de esa fecha la imposibilidad de cumplir el contrato.