Concepción Magariño puede sentirse afortunada, ya que no es una de las demandantes que forman parte de esa larga lista de personas que esperan una VPO. Desde el año 2003, es decir, desde hace catorce años reside en una vivienda de protección oficial de la empresa municipal Vimcorsa en régimen de alquiler en la calle Tenor Pedro Lavirgen, en las inmediaciones del Vial Norte. Realmente fue su madre, ya fallecida, la que consiguió la vivienda con motivo de la transformación de toda esa zona con la ejecución del plan Renfe. Concepción relata que cuando derribaron los pisos que había allí, «varias familias», que residían en ellos, entre ellas, la suya, «lucharon para lograr una vivienda» en el mismo lugar en el que residían, que, finalmente, consiguieron. Entre una etapa y otra, son «dieciocho años» los que lleva viviendo allí, tiempo durante el que, además, ha sido -y sigue siendo- «presidenta de la comunidad» del bloque, en el que asegura que no ha tenido problemas. Concepción paga a la empresa Vimcorsa mensualmente un alquiler de 140 euros por un piso de dos habitaciones en el que reside con sus dos hijas y en el que asegura que le va «muy bien» y del que no piensa mudarse. Concepción piensa que «hace falta que se construyan más VPO de alquiler, porque no todo el mundo puede tener un piso en propiedad».