Consultivo, participativo y permanente. Con ese objetivo renace el Consejo de Alcaldes de la Diputación, un órgano consultivo y no vinculante puesto en marcha por el PSOE en el año 2003 y que el PP suprimió cuando llegó al gobierno de la institución provincial, en el año 2011. Antonio Ruiz cumple así con el compromiso que adquirió en su discurso de investidura como presidente, incluido también en el acuerdo de cogobierno con Izquierda Unida, y asume la reivindicación de su partido durante los cuatro años que ha estado en la oposición, en los que de forma recurrente ha venido pidiendo que se constituyera.

Cierto es que nunca fue un órgano demasiado operativo, y que precisamente el hecho de que sus decisiones no fueran vinculantes pudo restarle utilidad. A ello se aferró el PP para no convocarlo ni una sola vez. De hecho, al inicio del pasado mandato, cada vez que el PSOE preguntaba el equipo de gobierno presidido por María Luisa Ceballos respondía con evasivas. Después, ante la insistencia de los socialistas, el argumento esgrimido fue claro: no lo consideraban útil y, tal y como estaba configurado, el Pleno podía desempeñar las mismas funciones, con capacidad decisiva además. El portavoz del Grupo Popular, Andrés Lorite, recordó ayer que en el pasado mandato "se aprobó en una comisión especial por todos los grupos políticos el modelo asambleario del Consejo de Alcaldes", pero esa decisión no llegó a ponerse en práctica.

Hasta el año 2010 fueron muy puntuales las ocasiones en las que se reunieron los once alcaldes que lo componían, una especie de consejo asesor del que el presidente echaba mano cuando había que decidir sobre grandes programas para toda la provincia, como en su día fueron la creación de las vías verdes o algunos de los grandes programas de inversiones de la institución.

Su composición la decidían las mancomunidades y los partidos, aspecto que ayer no fue desvelado por Antonio Ruiz. En esta ocasión se ha fijado un calendario de dos reuniones anuales ordinarias, más las que se soliciten por asuntos que lo requieran, algo que tampoco existía en la etapa anterior.