Parecía casi una broma cuando se comenzó a publicitar el pasado verano. Poco confiaban en las capacidades casi milagrosas de la Califa time machine , pero funcionó y el Córdoba de Primera ya trabaja para lograr un objetivo ya olvidado en El Arcángel: la permanencia en la máxima categoría del fútbol nacional.

Comenzó la jornada bien tempranito. A las 8 y poco de la mañana comenzaba el goteo de jugadores por el hospital San Juan de Dios para el reconocimiento médico. Muchos abrazos y presentaciones. Allí estaba Ryder Matos, recién llegado, antes incluso de ser oficialmente jugador blanquiverde. Todos pasaron la ITV futbolística . De hecho, el doctor del Córdoba, Javier Bejarano, señaló que el estado de los futbolistas es excelente.

A la tarde ya tocaba vestirse de corto y sentir el calor de la afición cordobesista. Porque rato antes de que comenzase el primer entrenamiento, la cola en el fondo norte era considerable. Y bajo un sol de justicia. Meritazo de una afición que vuelve a demostrar que hace mucho tiempo que es de Primera.

Hasta 22 jugadores sobre un verde impecable para hacer las delicias de los 2.000 hinchas que buscaban refugio en la sombra. Estaban todos los nuevos salvó el japonés, cuyo nombre se dio a conocer en la vuelta de calentamiento. Un poco de toque de balón y un partidillo para bajar los excesos del verano ante una afición entregada, espectáculo pirotécnico incluido y celebración de cada gol.

Comenzó Ferrer a dibujar uno de los posibles onces con los que debutar en Primera, aunque ayer se entrenaron varios que no cuentan para el míster. Son los casos de Nieto y Samu de los Reyes, que entrenaron con el grupo pese a la ampliación de vacaciones, Damián, Campabadal o Adri Cuevas. Los que no estuvieron fueron Juanlu y Joselu. Mientras, Caballero y José Carlos se recuperan aún de sus dolencias.