La campaña da para mucho y los ciudadanos aprovechan que los candidatos están la calle para hacerles sugerencias, advertencias o exigencias. En este último caso se puede encuadrar la experiencia vivida por José Antonio Nieto, cuando una ciudadana se le acercó y le recriminó que aún no hubiese quitado el nombre de una calle a Dolores Ibárruri.