Parece mentira que uno de los proyectos más polémicos e importantes de la ciudad empiece a dar sus primeros frutos, aunque aún le falte mucho para materializarse al completo tal y como fue concebido y ese horizonte se vea tan lejano. El problema es que, con tanta negociación y trámites previos, su ejecución se produce en el peor momento, en medio de una crisis que lo frena todo. Esperemos que mientras se resuelve lo que queda amaine este temporal.