Le pilló de lleno la declaración de la Unesco "que nos ha colocado en un grupo privilegiado de ciudades" y matiza que la distinción "no trajo un pan bajo el brazo". El ex alcalde apunta que "la declaración es una exigencia para Córdoba porque el visitante espera ver una ciudad fuera de lo normal", a la vez que añade que "la mejora no es solo cuestión del Ayuntamiento, aunque es el principal encargado de velar por la conservación, sino que también deben participar otras administraciones". El mejor ejemplo son las intervenciones de la Junta de Andalucía en el entorno de la Puerta del Puente, "que están mejorando mucho la imagen" de la capital cordobesa.

Los dos puntales sobre los que se apoyan los cascos históricos son "las inversiones y las normativas", destacando entre este último aspecto la importancia de los planes especiales. El balance es que "Córdoba ha mantenido bastante bien el tipo", pero advierte del peligro de convertir las zonas históricas "en parques temáticos, y no es eso porque deben ser espacios vivos".

Sobre el futuro de la zona declarada Patrimonio de la Humanidad, Trigo opina que "hace falta que nos centremos en la regulación de usos, porque en esos sitios viven vecinos que tienen unas necesidades". Así, apuesta por que en zonas como "pueden ser La Corredera y el Potro, por poner un ejemplo, se mejore el entorno y a la vez se dote de equipamiento".