Las autoridades se han fijado como objetivo que Córdoba sea Capital Cultural Europea del 2016. Un loable propósito que está logrando muchas adhesiones. Pero a la vez que se buscan apoyos hay que tener los deberes hechos , es decir, que la ciudad sea un lugar, un espacio agradable y como mínimo presentable para todo el aluvión de turistas que se espera visiten la ciudad. Y los deberes no están bien hechos. Aunque aún queda tiempo para poner a punto la ciudad, en su paisaje sobresalen hoy día espacios que, por su estado, no serían, en teoría, compatibles con este nombramiento, que pretende ser una palanca de desarrollo y una plataforma para llevar al mundo la voz y la presencia de Córdoba y también de Andalucía.

Tener el patrimonio histórico en estado de revista, los equipamientos preparados y una programación cultural de cara al 2016 son algunas finalidades que han de conseguirse en este tiempo, que se unirán a la creación de infraestructuras como el Palacio del Sur del arquitecto holandés Rem Koolhaas, cuestión que tampoco ha estado precisamente exenta de polémica. En este mismo sentido, se prevé que la ciudad acoja todos los años un acto cultural de relevancia como lo han sido la exposición El Esplendor de los Omeyas Cordobeses o la muestra dedicada al pintor Julio Romero de Torres.

El teatro de la Axerquía es una de las infraestructuras, junto a la antigua residencia Teniente Coronel Noreña --protagonista, después de veinte años, del desbloqueo de una situación en la que no ha costado precisamente poco trabajo poner de acuerdo a las distintas administraciones-- que más polémicas y protestas ha generado por su situación de abandono desde hace años. Adjudicadas las obras de rehabilitación, se ve muy lejano el día en que el recinto llegue a acoger, como se ha anunciado, un espacio escénico en un lugar en el que, sobre todo en verano, ha acogido por el estado de la vegetación sucesivos incendios, alguno de ellos bastante aparatoso.

Otro de los edificios obsoletos de la ciudad es el Silo, inmueble que la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, quiere que sea, como ha afirmado en alguna ocasión, "la locomotora que impulse los eventos culturales" de la ciudad, transformándolo en un centro de Creación y Formación de Artes Contemporáneas, que sirva además como acicate y estímulo para optar a la Capitalidad Cultural Europea.

Este centro se distribuiría en once plantas según el proyecto presentado en mayo del año pasado por Rosa Aguilar. Cada una tendría una utilidad: desde un teatro auditorio en la primera hasta sala de exposiciones, áreas de teatro, música, danza, imagen y fotografía, artes plásticas, pasando por una biblioteca, una residencia para becados y hasta un restaurante en la undécima planta.

CINE GONGORA El estado de espacios como el cine Góngora, el Molino de San Antonio (junto a la torre de la Calahorra), de estatuas como la de Fray Albino en el barrio de Cañero --se ha realizado el adecentamiento de numerosas zonas en programas a lo largo del año pasado-- o la situación del exterior de algunas casas, por ejemplo, camino al zoco de la Judería, así como la necesidad de rehabilitación de otras muchas viviendas en el casco histórico de Córdoba por su antigüedad, son otros ejemplos de infraestructuras en las que hay que actuar cuanto antes.

Los barrios de Santa Marina, San Agustín, San Lorenzo, Realejo, la Magdalena y San Pablo son algunas zonas, enclavadas en la Axerquía Norte, por las que sus vecinos han reivindicado más implicación a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de Córdoba para lograr una actuación integral de urgencia que ataje los problemas estructurales que afectan a las casas de vecinos y otros edificios del entorno.