Adiós Guaidó, hola Petro y Lula: Sánchez consolida el giro a la izquierda en su política iberoamericana

Los tiempos han cambiado para Iberoamérica, y con ellos el posicionamiento político de Pedro Sánchez hacia el continente. Hace cuatro años, el presidente español reconocía oficialmente al opositor Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, en oposición a Nicolás Maduro. Ahora, cuando se acerca el final de la legislatura, el socialista español ha decidido acercarse sutilmente de nuevo al régimen venezolano (estableciendo de nuevo un embajador en Caracas) y se afana en mostrar cercanía con los presidentes de izquierda. La semana pasada, con la visita oficial a España del reelegido presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Ésta, con la de Gustavo Petro, ex guerrillero de izquierdas y presidente de Colombia desde agosto. No es una visita cualquiera: es de Estado, y de esas sólo concede España una cada año, remarcan fuentes de Moncloa.

Claro que la América Latina de los primeros meses de Sánchez en el Gobierno era también muy distinta a la actual. Las principales economías de la región tenían entonces (finales de 2018/principios de 2019) gobiernos de centro derecha o derecha populista. En estos años, los principales países han ido girando políticamente hacia la izquierda. Prácticamente todos. En Brasil, Lula sustituyó en enero a Jair Bolsonaro. En Colombia, Gustavo Petro ganó en junio la presidencia a Iván Duque. En Chile, Gabriel Boric ocupó en marzo de 2022 el cargo de presidente, que ostentaba hasta entonces Sebastián Piñera. En México, en 2018, Andrés Manuel López Obrador sustituyó a Enrique Peña Nieto. En Argentina, en 2019, el conservador Mauricio Macri dio paso al peronista Alberto Fernández...

Sánchez se ha ido acompasando a este vuelco. En ocasiones, ha tomado partido de forma evidente. Durante las elecciones brasileñas, dio su apoyo explícito a Lula. En otros momentos, los cambios han sido más sutiles. España aún ni siquiera ha dicho públicamente que haya dejado de reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, algo que sí ha hecho la Unión Europea y, más recientemente, la propia oposición al chavismo. Sánchez se ha negado a llamara a Maduro dictador o a decir quién es el presidente legítimo del país.

Visita de Estado de Petro

La sintonía entre Sánchez y los nuevos líderes iberoamericanos no es total. La semana pasada, mostró sus desavenencias con Lula respecto a la guerra de Ucrania. El brasileño se opone al envío de armas y se queda corto a la hora de reconocer la soberanía de Ucrania sobre regiones como Crimea.

Por su parte, Petro, antes de pisar el aeropuerto de Adolfo Suárez en Madrid, se despachó alabando a los libertadores que acabaron con el "yugo español", un imperio al que ha acusado en reiteradas ocasiones de ser esclavista y genocida. En un discurso en el Congreso de los Diputados en el arranque de la visita de Estado de este miércoles, Petro ha reconocido a España como una de las fuentes de las que bebe la Colombia actual, aunque ha subrayado que hay otras, desde los indígenas al África negra.

El presidente de Colombia ha pedido a España que, como presidenta de turno del Consejo de la Unión Europea, aproveche para sentar unas bases diferentes con América Latina durante la cumbre UE-Celac de julio. "Ustedes van a dirigir Europa. Nosotros vamos a encontrarnos con ustedes en una cumbre ¿Qué vamos a decir allí? ¿Hacia dónde llevamos esas relaciones? ¿Dejaremos las cosas como están o sentamos unas bases diferentes? El mundo exige unas bases diferentes", ha dicho ante los diputados y senadores presentes en el Congreso de los Diputados.

Petro ha recibido la orden de Isabel la Católica, un collar que representa la máxima distinción entregada a mandatarios extranjeros y en la que se representa la Corona de Castilla.

España acompañante del proceso de paz

El presidente Gustavo Petro, ex miembro de la guerrilla izquierdista M-19, ha lanzado un proceso llamado "Paz Total", por el que quiere negociar o perseguir a todos los grupos militares armados que asolan Colombia. No es el primero. De hecho, las FARC firmaron la paz con el Gobierno colombiano allá por 2016. Ahora quiere hacer lo propio con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), es una "narcoguerrilla" de corte marxista-leninista apoyada por Cuba.

Sánchez prometió a Petro dar todo su apoyo, pero por el momento ni siquiera ha designado al "acompañante" español en el proceso, a pesar de que han pasado ya dos rondas de negociaciones de paz. Esa persona será probablemente un funcionario del Ministerio de Exteriores sin puesto asignado actualmente (es decir, no será el embajador en Bogotá ni tampoco alguien de renombre como Ramón Jáuregui o José Luis Rodríguez Zapatero), según fuentes diplomáticas conocedoras de las deliberaciones para su designación. Algo podría avanzarse en ese sentido el encuentro de este jueves entre Petro y Sánchez.

El presidente colombiano también está jugando un papel clave en el proceso de negociación entre Gobierno venezolano y la oposición para salir de la crisis política en el país. La semana pasada albergó en Bogotá la "Conferencia internacional sobre el proceso político en Venezuela", con una veintena de países, aunque sin ningún resultado concreto. El expresidente encargado Juan Guaidó se llevó todos los focos. Escapó a pie de Venezuela y entró sin permiso en Colombia, como centenares de miles de sus compatriotas refugiados en el país vecino. Decía que quería dirigirse a la Conferencia. Pero el Gobierno de Gustavo Petro decidió expulsarlo del país, y éste se marchó a Miami. Bogotá ha reestablecido relaciones diplomáticas con Caracas y mantiene una buena sintonía con Nicolás Maduro.

Agenda de Petro en la visita de Estado a España

A la reunión de trabajo de este jueves en Moncloa, al presidente del Gobierno español y al colombiano les van a acompañar un puñado de sus ministros. Por parte de Colombia estarán, al menos, los de Exteriores, Minas y Energía, Comercio, Industria y Turismo, Educación y Transporte, y por la parte española sus contrapartes, según el Gobierno.

Moncloa destaca la importancia de esta visita de Estado para estrechar lazos con un Gobierno como el colombiano muy implicado en la lucha contra el cambio climático. "O cambiamos o nos extinguimos", ha dicho Petro en el Congreso este miércoles. En ese sentido, es clave también el acercamiento del Gobierno de España a los nuevos Gobiernos de Iberoamérica, especialmente al de Brasil. Tras años de agresión de Bolsonaro al Amazonas, el giro a la izquierda de Brasil supone para España una ventana de oportunidad para impulsar las agendas comunes contra la crisis climática.

Madrid quiere apoyar también las reformas internas que está llevando a cabo Colombia, pero debe recalibrar su posición tras el nuevo giro de los acontecimientos en el país. Petro ha remodelado su Gobierno y ha cambiado a siete ministros. Alega que necesita salvar su programa de reformas sociales, tan sólo nueve meses después de llegar al poder Ejecutivo. Moncloa se jacta de que algunas de esas reformas están inspiradas en otras impulsadas por España.