Rusia lleva tiempo alejándose de la vía del diálogo con la Unión Europea y apostando por el autoritarismo. Solo en el mes de diciembre, según fuentes diplomáticas europeas, la Duma adoptó más de un centenar de decisiones contra las libertades civiles en el espacio público. El envenenamiento del líder opositor Alexéi Navalni y su encarcelación así como la represión de las protestas desatadas desde entonces, han sido la gota que ha colmado el vaso y que han llevado a los ministros de Exteriores de la Unión Europea a estudiar este lunes la imposición de nuevas sanciones.

Sobre la mesa el diagnóstico de primera mano del alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, tras su desastroso viaje a Moscú el pasado 5 de febrero que ha generado un aluvión de críticas en el Parlamento Europeo. Tanto el jefe de la diplomacia europea como su equipo defienden que fue la estrategia adecuada para comprobar sobre el terreno que Rusia “se está alejando” de una Unión Europea, que deberá decidir en las próximas semanas y meses cómo afrontar la relación con el Kremlin y qué medidas adoptar. “Hay que ver cual es el sentimiento de los Estados miembros y en función de ello tomaremos un camino u otro”, explican las mismas fuentes.

De momento, Borrell ha pedido este lunes una respuesta “firme y unida” a los ministros de Exteriores de los Veintisiete. “Está claro que Rusia está en una línea de confrontación con la Unión Europea. En el caso del señor Navalni hay una negativa a respetar sus compromisos, incluido el rechazo a tomar en cuenta las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Va a ser un debate importante sobre cómo reaccionar a esto y espero que lo hagamos de forma unida y firme”, ha dicho a su llegada a una reunión presencial de ministros de Exteriores en Bruselas.

Violación de derechos humanos

Según fuentes europeas, la idea es activar por primera vez el nuevo marco europeo que permite imponer sanciones por vulneración y violación de los derechos humanos. Si los Veintisiete llegan a un consenso, lo siguiente será que los grupos de trabajo del Consejo empiecen a trabajar en una lista de personalidades a quienes aplicar las sanciones en forma de congelación de bienes en la UE o restricción de movimientos.

Países como Alemania ya han dado su visto bueno a esta vía de trabajo. “Estoy a favor de ordenar la preparación de una lista adicional de sanciones sobre personas específicas” aunque “al mismo tiempo necesitamos abiertos los canales de comunicación con Moscú”, ha dicho a su llegada a la reunión el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas. Y lo mismo la ministra sueca Ann Linde. “Espero que adoptemos sanciones en base al nuevo régimen sobre derechos humanos”, ha dicho a su llegada a la reunión.

Por su parte, la ministra española Arancha González-Laya ha reconocido que las relaciones con Moscú se están deteriorando, también la situación dentro de Rusia, y que la UE “no puede permanecer impasible. Reaccionaremos, con unidad todos juntos”, ha indicado subrayando también la importancia de discutir sobre un espacio de colaboración con el país presidido por Vladimir Putin. “La situación es muy desafiante. Necesitamos ver donde estamos pero en cualquier caso el diálogo es muy importante y necesitamos mantenerlo en áreas que son de nuestro interés”, opina el ministro croata, Grlic Radman.

Además de Rusia, los ministros de Exteriores también evalúan este jueves la situación en Birmania y en Hong Kong así como en Venezuela con la posible adopción de una nueva tanda de sanciones contra una treintena de personalidades del régimen venezolano responsables de la violación de los derechos democráticos. Los Veintisiete también mantendrán un primer encuentro de contacto por videoconferencia con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que la ministra González-Laya ha definido como “una gran oportunidad para empezar a reconstruir la alianza trasatlánticas” y empezar a buscar soluciones a los conflictos comerciales que enfrentan a la UE y Estados Unidos.