Estados Unidos amenazó ayer a Rusia con nuevas sanciones y un mayor aislamiento si no respeta los acuerdos conseguidos la semana pasada en la reunión cuatripartita de Ginebra sobre Ucrania y premió a las nuevas autoridades de Kiev con una lluvia de ayudas financieras.

Washington aprovechó la visita del vicepresidente estadounidense, Joe Biden, a Kiev para instar al Kremlin a que actúe para cumplir los acuerdos de Ginebra y ayude a desarmar a los milicianos prorrusos que controlan edificios oficiales en el este de Ucrania exigiendo referendos para la federalización del Estado.

"Es hora de que Rusia deje de hablar y empiece a actuar", dijo Biden tras reunirse con el primer ministro ucraniano en funciones, Arseni Yatseniuk. Biden urgió a Moscú a forzar a los rebeldes a que depongan las armas y desalojen los edificios que mantienen ocupados en varias ciudades de Ucrania Oriental.

"Se acaba el tiempo para lograr avances. No permitiremos que esto se convierta en un proceso interminable", advirtió. Biden volvió acusar a Moscú de desestabilizar la situación en las regiones colindantes del país vecino. Pero esta vez no se refirió a los presuntos agentes e instructores rusos en el territorio ucraniano, sino a la importante agrupación militar desplegada por el Kremlin en la frontera. "Queremos que Rusia no apoye a gente enmascarada y con uniforme que se apodera de edificios en el este del país", dijo Biden.

AISLAMIENTO El enviado de Washington culminó su desafiante mensaje a Moscú avisando de que una "mayor conducta provocadora conducirá a un mayor aislamiento". Biden anunció que el importe total que Washington asignará a Ucrania de manera inmediata alcanzará unos 20 millones de dólares. La Casa Blanca señaló ayer que asignará a Ucrania otros 50 millones para llevar a cabo reformas económicas y políticas y ocho millones, para los sectores de transporte y comunicación. Además, la oficina de Biden comunicó que un grupo de representantes de agencias de EEUU llegó a Kiev para organizar el flujo inverso de gas a Ucrania desde la Unión Europea (UE).

Animado con semejante indulgencia por parte de su principal patrocinador internacional, Kiev anunció la reanudación de la operación especial en el este del país.

"Exijo que las fuerzas del orden reanuden las actividades antiterroristas", dijo el presidente interino de Ucrania, Alexander Turchínov, al descubrirse los cuerpos sin vida de dos hombres "salvajemente torturados" en el este.

Previamente, la secretaria de Estado adjunta de EEUU, Victoria Nuland, indicó que Washington invirtió 5.000 millones de dólares en Ucrania para apoyar la aspiración de su pueblo a tener un Gobierno democrático.

Nuland opinó que no se podía comparar los acontecimientos en Kiev, que derrocaron el pasado 22 de febrero al presidente prorruso, Víktor Yanukóvich, con lo que sucede en el este de Ucrania. "En Kiev las sedes fueron ocupadas legítimamente, con el consentimiento del Gobierno o el Parlamento".