El secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, rindió homenaje al rey Juan Carlos ausente por primera vez en una Cumbre Iberoamericana, en su discurso en la inauguración de la cumbre de Panamá, el último que pronuncia en este foro del que se despide tras ocho años al frente de la SEGIB.

"Don Juan Carlos con Iberoamérica han contribuido a que los ideales que inspiraron su creación sean hoy una realidad en marcha. Sería imposible evaluar sus logros sin reconocer su apoyo, así como el de todos los Gobiernos de España, hoy representado por su Presidente, Don Mariano Rajoy", señaló.

Iglesias también le deseó al monarca "un pronto restablecimiento de su salud para que continúe inspirando y motivando los objetivos de la Comunidad Iberoamericana".

Dio asimismo un saludo "de bienvenida" al príncipe Felipe, que asistió a la inauguración de la cumbre, en la que España está representada por Rajoy.

El secretario general iberoamericano dio también una "cálida bienvenida" a Japón, que ha sido admitido como país observador asociado en las cumbres iberoamericanas.

"Creo que su presencia entre nosotros es muy simbólica. Japón y Panamá son hoy ejemplo de economías vibrantes, punto de referencia de sociedades en profundas transformaciones que trabajan para un futuro de progreso económico y social compartido", señaló.

Luego, Iglesias glosó los motivos por los que la Comunidad Iberoamericana tiene un importante papel que jugar en el mundo actual y debe por ello transformarse.

"En América Latina se ha reafirmado hoy un nuevo y vigoroso regionalismo político y de cooperación económica. La Comunidad Iberoamericana debe contribuir con su diálogo y su intercambio de experiencias a fortalecer esos lazos", señaló.

Los seiscientos millones de personas que integran el "crisol" iberoamericano, que se reafirma "mediante una convivencia en paz, salvando las diferencias de todas las ideologías y de todos los credos. Es un ejemplo para la comunidad internacional, tan dividida por problemas de raza, religiones y nacionalidades", afirmó el político uruguayo.

Aludió al "periodo difícil" que atraviesan España y Portugal por la crisis económica, "que están empezando a superar", por lo que consideró que la "interacción económica y empresarial de la Península Ibérica con América Latina contribuirá a superar su crisis actual".

La crisis traerá consigo cambios y el mundo ya no volverá a su anterior "statu quo", por lo que Iglesias advirtió de los cambios que se anticipan, con una mayor pujanza de los países de Asia, que "obligarán a la comunidad iberoamericana a seguir transformándose".

El secretario general iberoamericano, que tras ocho años en ese cargo se despide en esta cumbre, defendió la necesidad de modernizar estos foros. "El espacio iberoamericano debe ser renovado, debe ser renovado porque tiene sentido hacerlo".

Iglesias recordó en su último discurso en una cumbre que cuando se incorporó a la SEGIB hace ocho años dijo que por el proyecto de la comunidad iberoamericana "vale la pena jugársela" y que ahora "lo sigo creyendo, y creo que los logros alcanzados permiten, ojalá, pensar que parte de la tarea ha sido cumplida".

"Miro al futuro con optimismo. Al finalizar este periodo, junto al gran Pacífico, creo haber llevado a buen puerto la nave, presta a navegar bajo otra dirección hacia nuevas travesías que nos seguirán acercando a la apasionante tarea de vivir juntos", concluyó Enrique Iglesias, en medio de una ovación con los asistentes puestos en pie.