"Chávez tiene un ánimo extraordinario, con una sonrisa y ojos vibrantes y con una fuerza de voluntad inmensa", declaró ayer el vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tras una reunión de cinco horas sobre economía mantenida entre ambos en el hospital donde el jefe de Estado permanece ingresado.

La confusión rodea todo lo que al estado de salud del presidente venezolano se refiere. Un día después de que el Gobierno admitiera que la evolución de la insuficiencia respiratoria que sufre "no es favorable", el vicepresidente cambió de terció. "Hemos tenido estas tres sesiones (de trabajo) que más o menos han abarcado unas cinco horas y media", indicó Maduro en una declaración transmitida por la televisión estatal. Maduro recordó que el presidente "tiene el problema de la insuficiencia respiratoria que se está tratando con intensidad" y explicó que respira con una cánula traqueal. "Sigue con el tema de la asistencia de una cánula para ayudarse en la respiración y se comunicó, como ustedes saben, con nosotros por distintas vías escritas para darnos las orientaciones", explicó. ±Uno de los temas fundamentales de toda la conversación fue la economía que ha sido un tema permanente", agregó.

LA OPOSICION El viernes, la oposición manifestó sus sospechas de que el estado de salud de Chávez, es "mucho más grave" de lo que el Gobierno admite. El que no aparezca públicamente desde hace más de 70 días, desde el 8 de diciembre, "evidencia que su situación es mucho más grave de lo que quiere reflejar el Gobierno", sostuvo en una intervención pública Ramón José Medina, secretario ejecutivo adjunto de la Mesa de la Unidad (MUD).