El Gobierno de China ha defendido que sus patrullas en las aguas de las islas Senkaku/Diaoyu "son normales", ya que se encuentran en la jurisdicción china, después de que Japón protestara formalmente por una nueva incursión.

Ayer, tres patrulleras chinas entraron en las aguas de las islas Senkaku/Diaoyu, consideradas territoriales por Japón, y navegaron durante horas en ellas, a pesar de los llamamientos de la Guardia Costera nipona para que abandonaran la zona.

Interrogado sobre este incidente durante la rueda de prensa diaria, el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Hong Lei, ha insistido en que las denuncias de Japón carecen de fundamente ya que, dado que es territorio chino, carece de control sobre la zona.

Así, ha instado a las autoridades japonesas a trabajar "sinceramente" con las chinas para "resolver la disputa territorial de forma adecuada", insistiendo en el diálogo bilateral, según ha informado la agencia de noticias Xinhua.

Desde el pasado mes de septiembre, numerosas patrulleras chinas y, en menor medida, taiwanesas han irrumpido en las aguas de las Senkaku/Diaoyu para reivindicar la soberanía de Pekín y Taipei sobre el archipiélago, que se encuentra bajo administración japonesa.

La tensión regional se disparó el pasado 11 de septiembre, cuando el Gobierno de Japón anunció la compra de tres de las cinco islas que forman el archipiélago a su propietario privado por 2.000 millones de yenes (20 millones de euros), que saldrán de los fondos reservados.

El plan de compra se puso sobre la mesa el pasado mes de junio, cuando el entonces jefe de Gabinete, Osamu Fujimura, anunció la intención del Gobierno de sustituir el contrato de arrendamiento por uno que garantizara el control de las autoridades japonesas sobre el archipiélago.

Sin embargo, la disputa territorial se remonta a 1895, cuando Japón se anexionó formalmente las islas para construir una planta procesadora de atún que dio empleo a 200 personas, aunque en 1940 el negocio se desplomó y las islas quedaron desiertas.

Entre 1945 y 1972, el archipiélago permaneció bajo dominación estadounidense, como parte de los acuerdos alcanzados entre Washington y Tokio tras la Segunda Guerra Mundial. Desde la salida estadounidense de las islas, China y Taiwán reclaman su soberanía.

China alega que descubrió el archipiélago en el siglo XIV y, a pesar de las tensas relaciones que mantiene con Taiwán, reconoce que algunas islas pertenecen al territorio como parte de la ciudad de Toucheng, ubicada en el condado de Yilan.

En cambio, Japón asegura que el archipiélago pertenece al completo a la ciudad de Ishigaki, ubicada en la prefectura de Okinawa, y, por tanto, rechaza las reivindicaciones chinas y cualquier acuerdo alcanzado entre Pekín y Taipei.