El Gobierno argentino ha considerado este jueves que, con la aprobación de la ley que permite votar a los 16 años, se ha dado un paso importante en la ampliación de los derechos sociales, en este caso, de "nuestros jóvenes". Según el ministro de Educación, Alberto Sileoni, se trata de una "nueva conquista en términos de consolidación de la democracia”. La ley, que fue aprobada en la noche del miércoles, “es una apuesta por la juventud, implica tener confianza en ella. La misma confianza que todo educador debe sentir por sus alumnos”.

La norma ha contado con el voto positivo de 131 diputados. Previamente, 123 legisladores de la oposición abandonaron el recinto en protesta a declaraciones calificadas de agraviantes de un diputado kirchnerista, Andrés Larroque. El voto a los 16 años, a diferencia del que rige para todos los argentinos mayores de 18 años, será optativo y comenzará a implementarse en las parlamentarias de 2013.

Parte de los opositores creen que la nueva ley es un acto de manipulación social y electoral. “Esta reforma va en contra de todos los derechos y garantías de nuestros niños, niñas y adolescentes. Es una ley engañosa e hipócrita”, ha planteado Laura Alonso, de la derechas. “En caso de sumarse a todos los jóvenes de entre 16 y 18 años al padrón electoral, solo aumentaría el 3%”, recordó el diputado oficialista Jorge Rivas, al defender la iniciativa. Según la consultora Graciela Römer, la ley aportará voto joven al kirchnerismo y a la izquierda, "pero no es suficientemente significativo en la distribución de votos promedio".