Las ansias independentistas que se han disparado en los últimos meses en varias zonas de Europa se colaron estos días en la cumbre de los Veintisiete en Bruselas. Es un asunto espinoso que muchos dirigentes intentan obviar para no dar más razones a los soberanistas, pero que el jueves se puso sobre el tapete.

Fue el primer ministro belga, Elio di Rupo, el que reconoció que el auge del independentismo preocupa a los dirigentes europeos. "El debate fue sobre el separatismo, el populismo y el extremismo en Europa vinculado a las malas condiciones eco- nómicas", explicó Di Rupo. "No es el momento para una separación entre los países de la eurozona o dentro de los países de la eurozona", sostuvo el primer ministro, que vive con inquietud la victoria del partido separatista Nueva Alianza Flamenca en las recientes municipales.

RAJOY En la rueda de prensa posterior, Mariano Rajoy afirmó que no hizo ninguna aportación sobre el órdago soberanista de Artur Mas, ni fue interpelado para explicar la situación de Cataluña. "Yo no he hablado de este asunto y nadie ni allí ni fuera de allí me hizo ni una sola pregunta de este asunto", aseguró.