No hay imágenes de la vista oral, pero ayer Silvio Berlusconi volvió a un tribunal tras haberlo evitado durante ocho años gracias a leyes aprobadas por su Gobierno y la mayoría conservadora. Pero a finales del 2010 el Constitucional recortó su inmunidad y ha tenido que llegar a pactos con los jueces, por lo que las vistas orales de cuatro procesos que le esperan se celebrarán todos los lunes y algunos otros días, de acuerdo con la compatibilidad de su agenda como primer ministro italiano.

En la vista de ayer, por el caso Mediatrade , se acusaba a Berlusconi de fraude fiscal y apropiación indebida con relación a la compra en EEUU de derechos televisivos para sus canales, operaciones con las que se recabaron márgenes para constituir fondos extraoficiales. La audiencia estuvo dedicada a cuestiones técnicas, como la constitución de las acusaciones particulares, entre las que figura un accionista de Fininvest, que posee solo una acción de seis euros de valor.

SONRISAS Y VITORES Berlusconi llegó precedido la policía nacional y los coches de su escolta. Desde el vehículo saludó sonriendo, como si estuviese llegando a un acto electoral o a una fiesta. "Todo ha ido bien, volveré", dijo al medio centenar de aficionados que le vitorearon a la entrada del tribunal, con gritos de "¡Hurra!" y "¡Silvio, Silvio!". Otros, desde el otro lado de la calle, le gritaron "¡A la cárcel!", "¡Vergüenza!" y "¡Cobarde!".

El tribunal ha fijado la próxima audiencia para el 4 de abril, dos días antes de que, también en Milán, comience el juicio por el caso Ruby , en el que el político está acusado de abuso de poder y prostitución de menor con la joven marroquí Karima al Mahroug. Mientras, prosigue el caso Mills , nombre del abogado inglés ya condenado en segunda instancia por aceptar 600.000 dólares de Berlusconi para mentir a los jueces. "Me hacen perder tiempo y dinero", lamentó Il Cavaliere , según el cual "los comunistas esperan tumbarme para hacerse con el poder", dijo.